“¿Cuál es el mensaje de la tercera caída? Quizá la caída del hombre mismo por tanto secularismo. Quizá también la tercera caída indica la suciedad de la iglesia, cuyos representantes deberían estar de lado de la gente...”, soltó sin complacencia el sacerdote.
Y hubo segundos de silencio entre la muchedumbre. Sólo las cadenas de los engrillados no dejaban de arrastrarse en el suelo cual víboras pesadas de metal.
Este año la procesión de los engrillados, la más popular de la ciudad, murió a la misma hora que Jesús: a las tres de la tarde. Y fue, como marca la costumbre de más de medio siglo, en la parte alta de Atlixco: en el Ex Convento de San Francisco, ese monumento católico edificado en el siglo XVI.
Tal y como decidieron planearlo los organizadores rompiendo, en medio de dudas, con el horario de Viernes Santo planteado desde hace más de medio siglo. Ayer arrancaron a las 12 del día.
Y por la temperatura abrumadora, en el momento más apoteósico alcanzó los 29 de grados centígrados, también estuvieron a punto de desvanecerse varios de los engrillados. La culpa limpia, el cuerpo y la mente castigada.
DÍA DESIGUAL
El cambio de horario de la procesión más importante de Atlixco dejó ayer dos aspectos a resaltar: por un lado, el aumento de mil 500 a 2 mil personas de los asistentes a la caminata de casi un par de kilómetros en el barrio de San Juan de Dios.
Por el otro, la temperatura de alrededor de 29 grados centígrados comenzó a derretir el fervor, pasión y entrega de los más de 40 engrillados, entre ellos algunas mujeres.
“Sin embargo, las culpas con este sufrimiento comenzaron a dejar de quemar. Y eso creo valió la pena”, dijo uno de los hombres con túnica roja.
En la Tercera Caída llegó el mensaje: “¡Cuánta suciedad en la iglesia!, cuando la iglesia debe estar del lado de la gente”, dijo el sacerdote en medio del silencio de la multitud.
También recalcó que los hombres cada vez menos tienen la “humildad” de reconocer sus errores y de perdonar.
BARRIO
Vecinos del popular barrio de San Juan de Dios, ubicado a 10 minutos del centro de Atlixco, preparan desde muy temprano la alfombra de aserrín de colores para el paso, en punto del mediodía, de la procesión más importante de engrillados.
Niños, personas de la tercera edad y familiares llegados de otras ciudades se involucran en este proceso comunitario anual de Semana Santa.
Algunos de ellos durante gran parte del año solo cruzan saludo o de plano no se hablan. Pero este viernes resulta especial para ponerse de acuerdo en la elaboración de los tapetes.
Los trabajos comenzaron desde las 7 de la mañana y terminaron después de la procesión, a eso de las 3 de la tarde.