De piedra volcánica a utensilios de cocina

El molcajete más grande del mundo en San Nicolás de los Ranchos indica que en ese lugar se elaboran utensilios de origen prehispánico.

Norma Marcial | El Sol de Puebla

  · domingo 24 de abril de 2022

De piedra volcánica a utensilios de cocina. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

El molcajete más grande del mundo, que es exhibido en la entrada principal de la alcaldía de San Nicolás de los Ranchos, indica que en este municipio hay pobladores dedicados a la elaboración de este utensilio de origen prehispánico y que es usado para realizar una inigualable salsa y otros guisos de la gastronomía mexicana.

Antonio Tlapanco Sánchez es el artesano que moldeó dicha pieza en el año 2009, la cual pesa media tonelada, mide 80 centímetros y tiene un diámetro de un metro, además de que tiene una capacidad para elaborar 50 litros de salsa.

En este lugar, considerado como uno de los más cercanos al volcán Popocatépetl, el molcajete no es el único artículo que se oferta. En el tianguis del zócalo o en las viviendas de los artesanos se comercializan metates, comales, filtros para agua y figuras como cruces, ceniceros, lapiceros o servilleteros.

Jesús Zaldívar señaló que presentarán las denuncias correspondientes. Foto: Cortesia PAN municipal

Hay quienes elaboran comedores o imágenes a gran escala, aunque éstos generalmente deben concretarse por pedido para garantizar su venta por tener menos demanda.

Todos estos productos son elaborados con piedra negra o volcánica de la región, abundante en las cordilleras que rodean a San Nicolás de los Ranchos.

A decir de la población, este material se gestó hace miles de años, cuando el Popocatépetl hizo erupción.

Actualmente la cantera encontrada en el paraje “La Luna” es la que surte a las 25 familias que mantienen vivo este oficio rudimentario, que requiere un proceso de producción de varios días.

Artesanos coinciden que durante el día ha bajado el “ruido de picar piedra” que antes era habitual. Ahora va en descenso el número de familias que mantiene vivo este oficio, pero sentencian que éste no desaparecerá.

OFICIO GENERACIONAL

Desde su taller, don Antonio Tlapanco Sánchez, creador del molcajete más grande del mundo, cuenta que desde los 12 años de edad su papá comenzó a involucrarlo en esta labor que también desempeñó su abuelo.

“Fue en el 2009 cuando tuve la idea loca de hacer el molcajete más grande. En ese entonces necesitamos un trascabo para maniobrar la piedra porque era muy pesada y lo presenté en la Feria del Chile en Nogada y es uno de los logros que he tenido en este oficio”, subraya.

Asegura que semanalmente elabora entre 10 y 15 molcajetes, mismos que vende en su casa o en ferias, pero también hace metates, cruces, comales y filtros.

Hacer artesanías con piedra en bruto – continua- es laborioso porque todo el proceso es a mano. Desde extraer la piedra de la cordillera, trasladarla a casa, darle forma y después moldearla.

Pobladores de la zona concuerdan que los molcajetes seguirán teniendo demanda en el mercado nacional. Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

“De mis hermanos yo sólo me dedico a esto, es un trabajo donde se machuca uno, es peligroso porque todo es a pulso, a mano, y no tenemos herramientas, no contamos ni siquiera con un trascabo, pero seguimos dedicándonos al cien por ciento en esto, aunque ahora los jóvenes ya no quieren involucrarse”, externa.

El artesano dice que San Nicolás de los Ranchos no es el único municipio en Puebla en trabajar la piedra, porque en Salvador El Seco lo hacen también, pero refiere que allá producen en cantidad y aquí se elabora con calidad.

Añade que deben existir apoyos de las autoridades de los tres niveles de gobierno, porque no existen.

“Antes era todo el pueblo que se dedicaba a esto y en todas las calles se escuchaba cómo se picaba la piedra, se oía bonito, pero ahora ya no. Desgraciadamente las nuevas generaciones prefieren otros trabajos o irse a Estados Unidos o usar la tecnología de la licuadora para rápido cocinar”, concluye.

SÍ HAY DEMANDA

Pobladores de la zona concuerdan que los molcajetes seguirán teniendo demanda en el mercado nacional.

“En un tiempo atrás se vino abajo la venta, pero ya hay repunte otra vez, porque, aunque la licuadora es más fácil, una salsa sabe mejor en molcajete”, afirma Rocío Tequitlalpa, otra productora y comerciante de este tipo de artesanías.

En el puesto que diariamente coloca en el zócalo refiere que los precios de un molcajete son diferentes. Parten de los 200 pesos y llegan hasta los miles, dependiendo del tamaño.

Esta cascada se encuentra en el municipio de Huehuetlán El Grande. Foto: Erika Albisúa | El Sol de Puebla

“Aprendí el oficio de mi esposo porque su familia lleva vendiendo más de 60 años estos artículos y yo ya lo sé, y también mis hijos, pero lamentablemente él murió, pero yo sigo en lo que me enseñó”, puntualiza.

Propietaria del taller Cantera de los Canteros, manifiesta que es promotora de este tipo de artesanías que son más solicitadas por personas de la tercera edad o amas de casa que por matrimonios jóvenes.

No consideró que este oficio vaya a desaparecer porque es valorado en muchos hogares que les gusta darse lujos como degustar de una buena salsa.

APOSTARLE A LA INNOVACIÓN

El representante del Colectivo de Desarrollo Social y Cultural de San Nicolás de los Ranchos, Fernando Tlapanco Analco, comenta que en este municipio el censo de artesanos de piedra volcánica es de 25 a 30, pero antes el 80 por ciento de los 11 mil pobladores tenía talleres que contribuían con la actividad.

A través del Colectivo se pretende agrupar a este sector a fin de implementar un programa de innovación para que se hagan otro tipo de artesanías, pero con valor agregado.

“El molcajete es desplazado por la licuadora, el metate ya no se vende como antes y por eso deben promocionarse otros artículos como los comales de piedra, cubitos de hielo o piedras para masaje. Se debe tener otra visión en el tema artesanal, incluso hacer réplicas de deidades prehispánicas pero monumentales, porque se debe ser más competitivo”, precisa.

Expresa que también se analiza la formación de una cooperativa de artesanos, con la finalidad de gestionar maquinaria y herramientas básicas que faciliten la extracción de piedra.

Antes hacer artesanías con piedra y el campo eran las principales actividades económicas en San Nicolás de los Ranchos, ahora ya no, porque los jóvenes prefieren emigrar a la ciudad en busca de mejores oportunidades.

Para concluir, sostiene que el gremio de artesanos está en el olvido e invita a las autoridades a rescatar este oficio y dirigir cursos de capacitación y equipo.

SOBRA MATERIA PRIMA

Habitantes de San Nicolás de los Ranchos afirman que en este municipio hay piedra volcánica “de sobra” y eso hará que mientras haya quienes la trabajen, también habrá molcajetes que vender.

El cambio climático trajo consigo la sequía y esto mermó de manera considerable los ingresos de los campesinos. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Agradecen que el volcán Popocatépetl formara enormes cordilleras con materia prima interminable.

“Nunca se acabará la piedra, es más fácil que se acaben los artesanos”, opina don Clemente, mientras se encuentra sentado en el comedor de piedra que fue colocado en la presidencia municipal para uso común.