Tehuacán.- Pese a que fue rehabilitado en 2013 por el gobierno del estado con un monto de 16 millones de pesos, el Complejo Cultural de El Calvario se encuentra cerrado por daños estructurales, luego de que hace tres años la lluvia derribó una barda perimetral y se generaran grietas en el inmueble.
La obra fue realizada durante la administración del presidente municipal Eliseo Lezama Prieto, pero bajo responsabilidad del gobierno del estado, encabezado por Rafael Moreno Valle, quien la delegó a la Secretaría de Infraestructura, entonces a cargo de José Cabalán Macari Álvaro. Los trabajos nunca fueron terminados, por lo que tampoco el proyecto fue entregado de manera formal al Ayuntamiento.
Hace unos meses, Arturo Calderón, representante del Consejo Administrativo del Complejo Cultural, señaló que cuando se hizo la inversión fueron reparadas las capillas, los baños, luminarias, el techado y colocaron gradas para mil 800 personas, sin embargo, los encargados nunca contemplaron el drenaje, lo cual afectó a la estructura que terminó por derrumbarse.
Ante la falta de reparación, dijo, en últimas fechas solo ha podido ser utilizada una parte de las capillas, mientras que el resto del lugar se encuentra cercado, ya que representa un peligro para los visitantes.
Aún así, ante la proximidad del Festival del Mole de Caderas que se realizará en el mes de octubre, Sara Sánchez Mendoza, regidora de Cultura del municipio, planteó la posibilidad de utilizar este inmueble, con la intención de ahorrarse la renta de la Hacienda La Carlota, que es propiedad del proveedor de carne de chivo de matanza, Iñigo Manzanarez.
Al ser cuestionada sobre las condiciones del inmueble, la concejal consideró que no habría problema, pues solo se abriría el día del evento y se volvería a cerrar.
Ante esto, Juan Carlos Salazar Fermat, director de Protección Civil Municipal, informó que el área haría la revisión para iniciar los trámites correspondientes y cancelar el evento, pues al desconocer a detalle las condiciones de este lugar, no se puede poner en riesgo a los participantes ni a los espectadores.
Al parecer, indicó el funcionario, la decisión de la regidora es por el total desconocimiento de cómo se encuentra este lugar, el cual era conocido como “Las Ruinas de El Calvario”.
LA OBRA QUEDÓ A MEDIAS
Aunque las obras quedaron sin terminar, el inmueble fue utilizado en contadas ocasiones como en el último informe de gobierno de Lezama Prieto y el Festival del Mole de Caderas de 2014, el cual fue el primero de la administración de Ernestina Fernández Méndez, entre otros.
En los ocho meses posteriores a ser abierto al público, aparecieron las primeras fallas estructurales y el Ayuntamiento determinó cerrarlo en espera de la reparación que nunca llegó. Por el contrario, en 2016 la lluvia derribó una barda y provocó agrietamientos; situación que empeoró con los sismos de septiembre de 2017, cuando colapsó otra parte de la estructura, se cayó parte del plafón y se desprendió una lona del auditorio.
Cabe mencionar que el año pasado, el aún secretario de Obras Públicas, Omar Pérez López, inició un análisis estructural, con la intención de dar a conocer el dictamen al cabildo y se determinará si se derribaba toda la construcción o se buscaría salvar una parte, así como para determinar el monto necesario para rehabilitarlo por segunda ocasión, sin embargo, ante su salida, el proyecto quedó parado.