Con siete ejecuciones, robos de vehículos y asaltos a comercios, enero marca uno de los inicios de año más violentos de los últimos tiempos en esta ciudad, por lo que para Marco Aurelio Ramírez, especialista en temas de seguridad, si no hay estrategias de seguridad por parte de los tres niveles de gobierno, el 2023 será un año con alta incidencia delictiva.
El también exfuncionario señaló la falta de una estrategia por parte de las autoridades, municipales, estatales y federales, misma que puede llevar a que muchos delitos no solo se vayan acumulando, sino que incrementarán.
“Si llegaron a esto, es que no hay una planeación. La estrategia está fallida”, sostuvo.
Marco Aurelio Ramírez, quien en otras administraciones ha estado en áreas de inteligencia, mencionó que se necesitan acciones tácticas de estrategia y no solo acciones de ocurrencia.
En entrevista para El Sol de Tehuacán señaló que es urgente ver el factor humano, que los policías sean parte de una capacitación y tengan el apoyo para actualizar sus exámenes de control y confianza, pues de nada sirve el contar con más patrullas sino se tienen quien las maneje o quien pueda estar en los módulos de seguridad.
Referente a la situación que enfrenta el municipio, dijo que es evidente que como en todas las ciudades habrá puntos rojos sobre la incidencia delictiva, los cuales no son sólo responsabilidad de la policía municipal, se trata de involucrar a las dependencias, como una fiscalía y sus agentes, que haga el trabajo que le corresponde y detectar a quienes son responsables de los delitos.
Recordó que cuando el Estado quiere orden, siempre se dan resultados, y no se trata de que se termina con la delincuencia, ya que ésta nunca se acabara, lo que se debe hacer es detenerla y que no se le permita actuar, que la policía municipal con trabajos de prevención los someta; de ahí a la importancia que los elementos cuenten con uniformes, chalecos, armamento, capacitación, seguros de vida, gastos médicos y el respaldo de la misma autoridad.
Desafortunadamente, dijo, no contar con un estudio criminalístico y actuar solo con ocurrencias “es estar como un niño que lo ponen a romper la piñata y le dan el garrote para hacerlo con los ojos tapados”.
Cuestionado sobre la necesidad de un Concejo de Participación Ciudadana de Seguridad Pública, Ramírez consideró que siempre será necesario, sin embargo, éstos espacios solo son ocupados como plataforma política.
Sobre su perspectiva para el municipio, el especialista recalcó que esta descomposición hace que se avecine un clima de inseguridad más complicado.
“Cambiar mandos, comprar patrullas, no ayuda en nada. Lo que se necesita es un estudio que sepan que tenemos y de qué manera atacarlo, de lo contrario las cosas empeorarán”, abundó.
Sin ser alarmistas –dijo-, hay que entender que los grupos delictivos generan una desestabilización social, siendo la ciudadanía la que paga esta desatención de las autoridades.