El ajedrecista pahuatleco que en sus principios tomó una fama de “perdedor de siempre”, llegó a ser subcampeón nacional en la disciplina y es considerado como el oriundo que más lejos ha llevado el nombre de Pahuatlán. Gabino Álvaro Castro Vargas, fue homenajeado en el 2do Encuentro de Ajedrecistas, Pahuatlán 2019.
Gabino Álvaro Castro Vargas, todos le dicen: el Dr. Gabino, hombre de la tercera edad. Reveló que hace unas décadas no sabía nada de ajedrez, pero le llamaba mucho la atención; quería aprender a como diera lugar.
Se compró su propio tablero y lo cargaba bajo el brazo, buscando que alguien le enseñara. El profesor de profesión Ginés Pérez fue quien le enseñó las primeras jugadas, estrategias básicas para entretenerse, pero no fueron suficientes. Todos le ganaban a Gabino Álvaro y cargó un tiempo con la fama de “siempre perdedor” en el ajedrez: “Si quieres jugar conmigo, primero ve y juega con Gabino, gánale a él y después vienes conmigo”, entre broma y altanería manifestaban los pahuatlecos más experimentados en el juego.
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El Dr. Gabino no se conformó y asistió a talleres de ajedrez en la Ciudad de México, como uno que estaba en la exdelegación y actual alcaldía Venustiano Carranza, impartido por los regiomontanos Hermanos Garmendez González.
Pronto cambió la fama de Gabino Álvaro Castro Vargas, llegó a ser campeón nacional del juego. Desde el Sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) editó por varios años una revista llamada: Ajedrez para todos, en las que se plasmaban referencias de jugadas magistrales, experiencias de los practicantes del deporte, anécdotas de jugadores, entre otros.
Esta vez, al realizar el 2do Encuentro de Ajedrecistas, le rindieron un homenaje al Dr. Gabino, de hecho, el evento llevó su nombre, “era una deuda pendiente con el hombre que más lejos ha llevado el nombre de Pahuatlán”, dijo Leobardo Lechuga Castelán.
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Gabino Álvaro Castro Vargas recordó que la tradición por el ajedrez en Pahuatlán surgió cuando, en la sombrerería de Huberto Lechuga Sotomayor, en la calle 5 de Mayo, en la que también funcionaba una sastrería, jugaban los que asistían por las tardes.
El Dr. Gabino aseguró que el ajedrez es un deporte que no se lleva con el alcohol ni con las drogas, porque alguien que ingiere algún tipo de droga simplemente no rinde en su juego.
EL SEGUNDO ENCUENTRO
Durante el encuentro que se realizó durante este fin de semana, se hizo con el esfuerzo ciudadano en el que se suman, desde los vecinos que cooperan para la comida (una cazuela de chicharrón en salsa) hasta los invitados que llegaron desde Real del Monte y Pachuca, Hidalgo.
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El evento fue realizado en el patio de la casa de Edson Lechuga, quien tiene una vinculación al ajedrez desde muy temprana edad.
El anfitrión describió que en Pahuatlán hay una tradición especial por el ajedrez, fomentada también desde la primaria y secundaria, primero en la cabecera municipal y ahora extendida también a la alguna comunidad de la demarcación.
Recordó que algunos jovencitos jugadores, ganaban los torneos municipales y luego los regionales, e incluso se adjudicaron el triunfo de una competencia estatal, pero al no tener dinero, ya no fueron al nacional, que se realizaría en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
En el evento encuentro hubo un torneo en el que se le dio la debida estructura para los competidores, cuyos premios fueron trofeos y algunos artículos obtenidos con base en corporaciones de los organizadores, sin embrago, no fue el tema principal.
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Para los organizadores, el encuentro es la convivencia, la charla, la exposición y el intercambio de experiencias, incluso hubo un espacio para una exposición pictórica de artistas pahuatlecos como Edgar Cruz, Isaid Ramírez, Raúl Téllez, Jareth Gómez, Leobardo Lechuga, Abel Loyola, Mario Castillo y Paulino Hernández, con lo que se aderezó el evento.
Esperan que la actividad siga en aumento, pues desde el primero que se ideó, en el que participaron únicamente jugadores de Pahuatlán, fue más allá de la expectativa.
De los resultados del torneo se puede hablar poco, basta decir que estuvieron presentes los hermanos regiomontanos Florentino y Carlos Garmendez González, con los niveles más altos en la República y calificados como maestros internacionales.
