La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Salud a través de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) revisan el tiradero de desechos biológicos a cargo de la empresa Spesa en el municipio de Cuautinchan, informó el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Ante las denuncias de los vecinos dadas a conocer en medios de comunicación, el mandatario señaló que se puso en contacto con la titular de la Profepa, Blanca Alicia Mendoza, para abordar el tema, pues apenas hace tres semanas se clausuró un centro de acopio de residuos peligrosos biológico-infecciosos de la misma empresa.
Recordó que, en la primera clausura, la Profepa interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República por el incumplimiento de las normas sanitarias, pues no aplicaba los protocolos para el tratamiento de los desechos.
“Ahora aparece este otro predio de la misma empresa que recoge desechos de hospitales, de la misma empresa, y que no los incinera bajo protocolos y reglas como debe de hacerlo, entonces ya DPRIS de nosotros está haciendo lo propio y va a venir nuevamente Profepa a hacer la inspección para hacer lo propio”, dijo.
De acuerdo con información difundida por Noticieros Televisa, este tiradero se encuentra al interior de una bodega en el municipio de Cuautinchan, donde las cortinas metálicas de la bodega están por caer de tanta basura –presuntamente generada por atender a pacientes con Covid-19-, de la que también hay bolsas y contenedores en los patios del predio.
La primera bodega, de acuerdo con información de Profepa, se clausuró por el mal manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos, este centro de acopio no contaba con las medidas adecuadas para el almacenamiento, las cajas de refrigeración no funcionaban, rebasaba su capacidad, se encontraron restos fuera del almacén a cielo abierto y sobre suelo natural, se detectó derrame de líquido hemático (sangre) y otros líquidos corporales.