Huauchinango.- Con sigilo, personal de la Secretaría de Energía (Sener) inició visitas a los municipios de Huauchinango y Xicotepec con el fin de empezar una etapa de supuesta información a las comunidades por las que cruzaría, en su nuevo trazo, el Gasoducto Tuxpan-Tula, mismo que cambió de ruta por presiones sociales de la zona de Pahuatlán y Tlacuilotepec.
De acuerdo con algunas fuentes informativas, las visitas de los enviados de la Sener estarían dialogando con algunas comunidades de Huauchinango, como Tepetzintla, Cuahueyatla, Nopala y Cuauxinca, consideradas como elegibles para ser consultadas por ser pueblos indígenas.
En tanto, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) también consideran a la localidad de Cuaxicala como pueblo indígena, sin embargo, en el trazo plateado por la Secretaría de Energía no la tiene en la lista para ser consultada.
El gasoducto que cruzaría por poblaciones poblanas de Tlacuilotepec y Pahuatlán y que se opusieron e incluso ganaron amparos en alianza con comunidades indígenas del estado de Hidalgo, ahora se cambió para que el trayecto vaya, según datos extraoficiales, por Jalpan, Xicotepec y Huauchinango.
En el caso de Huauchinango impactaría en la mancha urbana en colonias como Lomas del Rincón, Santa Catalina, San Carlos (Rancho) y en localidades de la zona alta como Venta Chica, Venta Grande y Mesa de Capulines, aunque en la lista también están las comunidades de Totolapa y Tlalcoyunga.
En la planeación de la visita de los agentes de la Sener estuvo, Xicotepec en donde sólo se consultaría la comunidad de Tepapatlaxco, aunque se incluirían comunidades como Linda Vista, Jalapilla, San Lorenzo, Los Piñales (Agua Dulce) y Xalamatitla que, ésta última sería un barrio del municipio de Naupan.
De manera extraoficial se supo que hubo diálogo con algunas autoridades municipales de Xicotepec, sin embargo, en el municipio de Huauchinango no se les habría agendado una entrevista entre los funcionarios federales con los municipales.
EL CONFLICTO
Las acciones son derivadas de la determinación presidencial de Andrés Manuel López Obrador el pasado 4 de enero del año 2020, cuando en su dinámica de diálogo con los pueblos originarios visitó la comunidad otomí de San Pablito Pahuatlán, y ante la oposición al proyecto porque afectaría zonas sagradas, el ejecutivo federal se comprometió a cambiar el trazo del Gasoducto Tuxpan-Tula que instala la empresa canadiense TransCanada.
En investigaciones de profesionales e información oficial, se ha revelado que el gasoducto serviría para el transporte de gas desde el estado de Texas, Estados Unidos, hasta Tula, en el estado de Hidalgo, con el fin de dotar del combustible a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y por lo que el gobierno federal pagaría “miles de millones de pesos por su uso”, según dio a conocer el mismo presidente de la República.
En aquella visita, Andrés Manuel López Obrador aseguró que el proyecto se pactó por los gobiernos federales pasados en contratos “leoninos” y en los que hay cláusulas que, si el proyecto no se hace, “de todas formas lo tiene que pagar el gobierno” y en un arreglo sin llegar a organismos internacionales se pudo reducir el costo hasta en 4 mil 500 millones de dólares.