Los pobladores de Chignautla dieron un lapso de 15 días al edil Luciano Aparicio Rodrigo, para mejorar el aspecto de la seguridad, dando inicio con la destitución del director de Seguridad Pública, Mario Aparicio, quien fue dado de baja el pasado domingo. A partir de entonces, los inconformes advirtieron al alcalde que en caso de continuar la inseguridad, emprenderán una serie de movilizaciones con la finalidad de también removerlo del cargo.

Lo anterior, forma parte de los acuerdos que fueron pactados tras bloquear por cerca de nueve horas la carretera federal Amozoc-Nautla, a la altura del centro del lugar, en demanda de justicia y seguridad para los habitantes, luego de los tres asesinatos cometidos en los últimos días en la comunidad de Calicanto, ubicada en la parte sur de este municipio.

Al respecto, Román García Nava, vecino de la zona, mencionó que los hechos de inseguridad que se han dado hasta este momento no pueden seguir ocurriendo, ya que, hay otros percances que se han dado en otros puntos y que hasta el momento no han sido atendidos o dados a conocer.

En torno a la designación de un nuevo funcionario, quien ocupe la Dirección de Seguridad, acentuó que: “será una persona que el pueblo lo va a elegir, el pueblo va a ver sus perfiles, porque ya no queremos un comandante corrupto o que no es de Chignautla”.

De manera textual, expresó: “queremos que nuestra voz sea escuchada y por eso este domingo se tomó la decisión de cerrar la carretera, porque queremos que nos escuchen las autoridades pertinentes”; por este motivo, será el martes 15 de octubre cuando se esté llevando a cabo una reunión con integrantes de la Fiscalía General del Estado (FGE), a fin de exponer la situación que prevalece en el municipio y con ello obtener alguna solución adicional.

En este sentido, dijo que ya han solicitado patrullajes permanentes y módulos de vigilancia, para que, en una semana se les dé a conocer los terrenos en los que serán ubicados y en un periodo de 15 días, cuando se comience a ver resultados que repercutan en la paz y tranquilidad de los habitantes, no solo de la parte alta, sino del todo el territorio chignauteco.