Tres candidatos a la alcaldía de esta ciudad se deslindaron por completo de la repartición de boletas apócrifas que comenzaron a llegar desde la semana pasada a varias casas de un par de juntas auxiliares de este municipio con fines hasta el momento no muy claros.
El primero fue el panista Guillermo Velázquez, quien dijo no tener conocimiento del tema. “Hasta este momento estoy enterándome, pero quizá se trate de una encuesta para medir el avance de cara a la recta final de las campañas”.
O en su defecto, agregó, puede tratarse de la “maniobra” de un aspirante cuyo interés es recuperarse un poco luego de subirse recientemente a la contienda en busca de votos, esto en clara alusión a la propuesta del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Por su parte la candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Hersilia Córdova, dijo estar sorprendida por ese tipo de maniobras. “Habitualmente los candidatos a estas alturas de la campaña hacen encuestas, seguramente se trata de cosas de ese tipo. Aunque no está descartada la existencia de cosas raras. ¿Cómo para qué reparten esos documentos?”, citó.
En consecuencia, adelantó, el PRI queda “deslindado” de alguna responsabilidad por ese tipo de acciones “de quienes nada más buscan ensuciar el proceso”.
Finalmente, Luis Camarillo Domínguez, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), condenó ese tipo de comportamientos. “Algunos partidos políticos grandes sienten ansias porque las cosas no comienzan a salir como piensan, y en un momento de desesperación cometen este tipo de cosas”.
Por el contrario, denunció una serie de llamadas recientes a los ciudadanos de Atlixco “para amenazarlos y eviten salir a votar el próximo primero de julio. Desde una línea telefónica argumentan saber de su familia y de su vivienda, y piden mejor dejar las cosas así, sin ir a las casillas”, comentó.
Cabe recordar, copias fotostáticas parecidas a la boletas electorales han sido entregadas en los últimos días en comunidades del municipio de Atlixco, en las cuales aparecen los logotipos de los partidos políticos y fotografías y nombres de los candidatos a la presidencia municipal, cuyo propósito sería “adiestrar” a los ciudadanos por quién votar, sin embargo, hasta ahora ningún partido político o candidato se ha hecho responsable de la circulación de estos documentos apócrifos.
De acuerdo con una serie de datos obtenidos por este diario, los legajos son usados por jóvenes vestidos de civil o que utilizan chalecos y gorras sin logotipos en ciertos lugares donde aparentemente la “gente no sabe cómo sufragar”, citó una fuente.