Bani tiene 30 años, ama bailar y cantar en cualquier oportunidad, pero también es una chica muy responsable en el ámbito laboral. Desde hace 10 años se dedica a la costura, una actividad que realiza con gran habilidad motriz. Cuando nació, Bani fue diagnosticada con Síndrome de Down, sin embargo, esto no la limitó a ser parte de una empresa de reconocimiento nacional.
Desde el 2011, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó conmemorar el Día Mundial del Síndrome de Down cada 21 de marzo, con el objetivo de visibilizar y dignificar a las personas con esta condición de salud. En el caso de Puebla, la entidad cuenta con 70 mil 399 personas –desde infantes hasta adultos- con algún problema o condición mental, según datos del Censo de Población y Vivienda del INEGI, 2020.
Aunque en el ámbito laboral no se detalla el total de personas que se encuentran activas, el reporte del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), indica que en México sólo 1 de cada 10 personas con discapacidad cognitiva o mental tiene empleo.
En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que la exclusión laboral está relacionada, en gran medida, a los prejuicios por parte de los empleadores acerca del verdadero potencial de las personas con alguna discapacidad.
Pese al panorama laboral que enfrentan, existen empresas y empleadores que buscan de manera activa a trabajadores con discapacidad para contratarlos, pues reconocen el gran aporte que hacen, como el caso de CINIA, empresa en la que actualmente se desempeña Bani.
“UN ORGULLO VER A MI HIJA DESARROLLARSE LABORALMENTE”
Silvia Vega, madre de Bani, reconoce que el camino no fue fácil. Desde los cuatro meses de edad, la inscribieron en una escuela especial para ayudarla en el desarrollo psicomotriz. Durante la etapa infantil y adolescente estuvo en al menos cuatro fundaciones para personas con Síndrome de Down.
Verla ahora, en etapa adulta y laboralmente activa, es algo que le entusiasma a su madre por la evolución que alcanzó mediante el apoyo de instituciones y empresas, que tienen como filosofía la inclusión.
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“Me siento muy orgullosa de ella. Fue un gran esfuerzo, pero afortunadamente le dieron la oportunidad para desarrollarse y seguir aprendiendo. Desde que entró a trabajar, ella creció mucho; empezó a hablar más, a convivir con otras personas y mejorar su pensamiento. El apoyo psicológico ha sido muy importante y me siento muy bien de saber que le gusta su trabajo”, compartió.
El tema de la discriminación no le es ajeno, y aunque reconoce que actualmente la sociedad es más abierta y consiente de esta condición, hubo momentos en los que se hicieron presentes las miradas negativas.
“La gente ya es más abierta, pero antes no. Aunque, cuando uno va en la calle, les hacen el feo, y considero que aún hace falta apoyo para muchos niños, principalmente en el aspecto de la inclusión”, refirió.
EMPRESA INLCLUYENTE
El próximo 17 de mayo Bani cumplirá 31 años y, a la par, sumará un año más en CINIA, lugar donde además de desempeñarse como costurera, logró relacionarse socialmente y crear un grupo de amistades.
“Yo soy costurera y hago la ropa de unos muñecos. Me gusta mucho trabajar aquí. Además, tengo muchos amigos: Raquel, Naty, César y Julio. Cuando entré a CINIA, doña Fide y Sara me enseñaron a coser. En el trabajo todos me apoyan”, compartió.
Por su parte, Samantha Enríquez, gerente de Marketing y Comunicación de CINIA, indicó que justamente, una característica principal del corporativo, es ser una empresa social que contrata a personas con algún tipo de discapacidad desde visual, motriz, intelectual y auditiva.
A la fecha, cuentan en la planta laboral con siete colaboradores con Síndrome de Down -actualmente en resguardo domiciliario por contingencia sanitaria- que se desempeñan en diversas áreas: automoción, acondicionamiento, limpieza y textil, esta última en la que Bani se encuentra y bajo las prestaciones correspondientes que marca la ley.
Incluso, hay algunos que han logrado adquirir casa mediante un crédito INFONAVIT, hecho que Enríquez describió como un “gran ejemplo y motivo de orgullo”, debido a que hay personas con discapacidad o Síndrome de Down que incluso mantienen a sus padres o apoyan en el hogar, otorgándoles independencia mediante un empleo digno.
“NECESITAMOS DARLES LAS OPORTUNIDADES”
Convencida de que la inclusión laboral de las personas con esta condición es posible, Samantha Enríquez detalla que es necesario que más empresas se sumen a esta labor, toda vez que los trabajadores con discapacidad han demostrado que son capaces de trabajar y desempeñarse eficazmente.
“Necesitamos darles la oportunidad de hacerlos parte de esta sociedad, no como integración, sino como inclusión socio-laboral, y empezar a promover que toda las empresas tengan a personas con discapacidad. Se puede lograr, pero dándoles los apoyos que ellos requieren y les aseguramos que va a ser uno de los mayores valores humanos que tendrán en su empresa”, indicó.
CAPACITACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN
Sobre las acciones que ha implementado la actual administración estatal, el titular de Secretaría del Trabajo, Abelardo Cuellar Delgado, aseguró que “se ha puesto especial atención a los grupos vulnerables, en este caso, a las personas con discapacidad, mediante la creación de talleres de capacitación para incorporarlos a la vida laboral”.
Indicó que desde la Secretaría, también están implementando jornadas de concientización en las empresas, para sensibilizarlas sobre la importancia de contratar a personas con discapacidad, quienes tienen el potencial para hacerlo.
Refirió que las personas o familiares que requieran de capacitación para la inclusión laboral, pueden acercarse a las oficinas de la dependencia (Callejón de la 10 Norte, Paseo de San Francisco 806, Barrio del Alto) o comunicarse vía telefónica (222 246 5776) para programar una capacitación de 60 días, con un apoyo de salario mínimo y de viáticos para transporte.
“Hay que sensibilizarnos. A estas personas las podemos convocar para que desarrollen alguna actividad de acuerdo a su capacidad funcional para que puedan incorporarse a la actividad económica, beneficiando así a las familias, a la empresa y a la sociedad en general. La invitación es que seamos sensibles y más empáticos en este tipo de situaciones”, compartió.
