De fruta de campo a piezas de decoración de interiores, asífue como Adriana Jacob imaginó aplicar la técnica encontrada paramanipular el guaje -que consigue en el municipio de Jolalpan-, elcual ha logrado transformar en lámparas colgantes o de mesa,charolas, recuerdos, esferas navideñas, collares, dulceros,fruteros, entre otras piezas.
Hace seis años y como un pasatiempo comenzó el interés deesta emprendedora por manipular el guaje, que se trata de una frutaparecida a la calabaza que se da en el campo entre mayo y octubre yla cual normalmente es utilizada en las comunidades comocantimploras o fruteros, después de un proceso de vaciado ysecado.
Este fin de semana fue la inauguración formal del taller dondela gente tendrá la oportunidad de apreciar todas estas piezas conel nombre “Xotlalli-pan, el guaje hecho arte” en la calleEncino 8 en la colonia Rancho Colorado en un horario de 18:00 a20:00 horas de lunes a viernes.
Para Adriana el diseño de estas piezas comenzó como unadistracción, pero su proyecto ha crecido al grado de querer abrirun taller en Jolalpan donde tenga la oportunidad de emplear a unascuatro mujeres de la región, quienes se conviertan enemprendedoras, toda vez que cuentan con los recursos en materialesen la Sierra Mixteca.
Desde hace un año, ella es beneficiaria de un programa definanciamiento por parte del Instituto Nacional del Emprendedor(Inadem) y fue la razón por la que pudo abrir su taller en unlugar diferente a una habitación de su casa donde había trabajadodurante seis años.
En el taller es posible apreciar diferentes piezas de todos lostamaños que lo mismo pueden estar a color natural que con tonosvistosos y brillantes. Lámparas para todos los gustos que sepueden colgar, juegos de platos, costureros hasta tapones concorcho para botellas de vino y collares, forman parte de lavariedad de piezas de decoración que se pueden hallar.
Lo seguro es que ninguna de las piezas se parece, toda y cadauna de ellas son variadas desde los tamaños hasta el diseño y loscolores, por lo que dio la garantía de que las personas que lasadquieran tendrán bosquejos únicos en sus hogares.
De la misma forma refirió que la intención no es que laspiezas, que diseña ella y otras dos personas a las que ahora daempleo, sean tan comunes por lo que prefiere no asistir a mercadosartesanales, por el contrario, que los clientes elijan y pidan a sugusto cada una de las obras.
Recuerda que la primera pieza que elaboró fue una alcancíacuyo diseño reprodujo durante un año hasta que se decidió ainiciar con esta empresa, proyectando al público, además, uno delos elementos representativos del campo en la Sierra Mixteca a lacual le tiene mucho aprecio.
Adriana Jacob ya protagonizó dos pequeñas exposiciones depiezas hechas con guajes en los años de 2010 y 2011 y tras un parde años de intenso trabajo decidió emprender este negocio asícomo darle nombre y marca a su creación que espera que en breve seposicione a nivel nacional.