Una ley que se cumple a medias en Puebla. Así es como se observa la aplicación de las modificaciones al Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco en México, pues en su mayoría, los comercios y establecimientos pasan por alto las adecuaciones que entraron en vigor el pasado 15 de enero, tales como el cambio de señalética y nula exhibición de productos de nicotina principalmente.
El Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó estos cambios el 16 de diciembre de 2022 y fue un mes después cuando estos surtieron efecto, no obstante, a más de cinco meses de ello existe confusión sobre esta Ley en su totalidad, ya que en la mayoría de los negocios no se permite fumar dentro del lugar o espacios cerrados, sin embargo, no se ha actualizado la señalización ni se han adecuado las áreas en donde esta práctica sí se puede llevar a cabo.
La razón principal para realizar cambios en dicha Ley es reducir enfermedades y gasto público para la atención de éstas, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), hasta el 2020 había 15 millones de fumadores en México, de los cuales 4 millones 347 mil 280 eran mujeres (28.98 por ciento) y 10 millones 652 mil 720 eran hombres (71.02 por ciento). Anualmente, se reportan más de 51 mil muertes atribuibles al consumo de tabaco en el país.
Aunque se trata de atender un problema de salud pública, no todos los ciudadanos están a favor de estas modificaciones para la venta y consumo del cigarro. ¿Por qué? Esto es lo que dice la Ley Antitabaco: queda prohibido a cualquier persona consumir o tener encendido un producto de tabaco o nicotina en los espacios de concurrencia colectiva como: patios, terrazas, balcones, parques de diversiones, área de juegos, deportivos, playas, centros de espectáculos, entretenimiento, hoteles, hospitales, centros de salud, entre otros.
Las zonas permitidas para fumar deberán ubicarse solamente en espacios al aire libre, en las que está prohibido brindar la prestación de cualquier servicio o consumo de alimentos, bebidas o entretenimiento, así como llevar a cabo actividades sociales o de esparcimiento.
Igualmente, se establece que queda vedado realizar toda forma de publicidad de los productos elaborados con tabaco y en los puntos de venta se prohíbe la exhibición directa o indirecta de dichos productos. Por lo anterior es que impera el descontento, pero también el desconocimiento.
Comercios incumplen con nuevas medidas
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Puebla existen 39 mil 142 negocios de comida, así como 9 mil 569 comercios al por mayor y 146 mil 568 al por menor. Aunque no se detalla en cuántos de estos hay áreas de fumar o venta de cigarros, sí es posible mencionar que no todos aplican las nuevas modificaciones a la Ley General para el Control del Tabaco en México, pues incumplen con varios factores que más adelante se enlistan.
A propósito del Día Mundial sin tabaco, que se celebra este 31 de mayo, El Sol de Puebla efectuó un recorrido por los negocios de diversos municipios del estado, tales como Teziutlán, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, Izúcar de Matamoros, Cuautlancingo y la capital poblana. En este ejercicio se observó que gran parte de los comercios carecen de la señalética actual o las modificaciones a las áreas determinadas para poder fumar.
Fue en Cuautlancingo en donde se encontró que en tiendas o expendios mantienen expuestas las cajetillas de cigarros, en algunos casos solo están volteadas, pero permanecen en un estante a la vista del público, mientras que en otros comercios se encuentran las cajas en los mostradores, lo cual tampoco es legal.
Según estas modificaciones, todos los negocios de comida o concurrencia deben colocar letreros en donde se menciona que no está permitido fumar o se trata de un espacio cien por ciento libre de humo, no obstante, en esta demarcación no cuentan con ello, al igual que en muchos otros lugares.
Uno de los municipios en donde se mostró confusión sobre el funcionamiento de esta Ley es San Pedro Cholula, ya que los establecimientos cuentan con señalización, pero desactualizada. Los trabajadores de estos negocios aseguraron que ninguna autoridad les ha informado de la modificación de señalética, pese a que es el dueño quien por cuenta propia tiene que pegar dichos letreros.
Incluso, en algunos locales de comida y cafeterías que se encuentran en los alrededores del zócalo no tienen rótulo alguno que prohíba fumar en el sitio, esto aun cuando existe una alta afluencia no solo por los lugareños, sino también por los turistas.
Algo que destacó en dicho recorrido es que la noticia sobre los cambios para consumo y venta de tabaco llegó a medias, puesto que en San Martín Texmelucan, Teziutlán e Izúcar de Matamoros mantienen los nuevos letreros, pero no todos son los de las autoridades sanitarias, sino que al no identificar dónde encontrar este nuevo manual para la señalética decidieron imprimir algunas imágenes de internet.
Solo el 3 por ciento promovió un amparo para evitar estas adecuaciones
Si bien lo que se busca con estas disposiciones es prevenir enfermedades causadas por el consumo e inhalación del humo del tabaco, no todas las personas involucradas están a favor, pues los dueños de los comercios de comida aseguran tener afectaciones en sus ventas, por ello promovieron un amparo.
Tras la puesta en marcha de las adecuaciones a la Ley Antitabaco, al menos 55 comercios de mil 500 afiliados a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), así como 18 de 575 de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), ambas en Puebla, promovieron un amparo para evitar que estas medidas se apliquen en sus establecimientos.
Es decir, que de un total de 2 mil 75 comercios agremiados a estas cámaras empresariales, solo 73 buscaron ante la ley no ajustarse a estos cambios por consumo y venta de cigarros, lo que representa el 3.52 por ciento.
Carlos Azomoza Alacio, presidente de la Canirac, aseveró en entrevista que seis resolutivos ya salieron a favor de los restaurantes, pero mientras un juez determina la decisión para los restantes, se han enfrentado a las afectaciones a las ventas hasta en un 30 por ciento, lo cual es un golpe negativo después de la crisis que se vivió debido a la pandemia de coronavirus.
Explicó que aparte de ello, hay otra pérdida económica, pues algunos restauranteros invirtieron en su momento más de 500 mil pesos para una zona de fumadores, sin embargo, con la Ley Antitabaco esto se perdió, ya que quedó prohibido.
Dijo que los mil 500 agremiados han referido su molestia con estos cambios, pues consideran que violan los derechos de aquellos comensales que fuman, por lo que se debe ser cuidadoso en cómo se gobierna.
Argumentó que quienes fuman son adultos que lo hacen bajo su responsabilidad y con sus propios recursos, por ello es que debería pensarse en este sector poblacional y regresar a la ley de antes, en la que había equidad y a la cual ya todos estaban acostumbrados, pues quien no quería sentarse cerca del humo del cigarro lo hacía en otra parte.
“Considero que se extralimitó el cambio en el reglamento porque ya existían zonas donde se podía y no podía fumar, creo que nuestros gobernantes tienen que analizar este cambio (…) es de sabios saber reconocer”, declaró.
Se violan derechos de una minoría
No solo el sector empresarial ve una negativa en estos cambios a la Ley Antitabaco, sino también el académico. Eder Vázquez Espinosa, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Popular del Estado de Puebla (UPAEP), opinó que fueron violados los derechos de la minoría con estas modificaciones, ya que se obstruye el desarrollo de la personalidad, es decir, si se quiere o no consumir productos con nicotina.
A la par, explicó que cuando los consumidores compran cigarrillos, pagan un impuesto, mismo que llega a las arcas estatales, lo cual debería ser un factor para tomarlos en cuenta en este tipo de modificaciones. Mencionó que de manera neutral se observan varios vacíos en estos cambios, debido a que no favorecen a los comercios ni a los trabajadores.
Indicó que no se precisa que los dueños de restaurantes deban mejorar los salarios de los empleados que se exponen al humo, puesto que si se trata de prevenir afectaciones a la salud, entonces “debe meterse todo en la misma bolsa”, es decir, cuidar de los usuarios, pero también de los subordinados.
Como académico comentó que lo ideal sería que se regresara a las medidas de antes, las que ya se cumplían casi en su totalidad, y que las autoridades refuercen los operativos de verificación, además de implementar arduas campañas de concientización sobre los daños del tabaco.
“Se afecta a la minoría, a los restauranteros. Se debe pensar en regresar a fumar en los espacios de antes porque ahora no se deja ningún lugar para ello (…) De cierta manera con anterioridad ya se cumplía y cada persona debe hacerse responsable de lo que consume”, dijo.
Usuarios salen a fumar por falta de espacios para esto
La voz de aquellos usuarios que gustan de fumar también fue escuchada, por lo que se quejaron de que los comercios no hayan adaptado las áreas para fumar, pues tienen que salir del sitio para poder “echarse un cigarrito”, con lo que dejan solos a sus acompañantes.
Son los jóvenes quienes más han mostrado este descontento, puesto que indicaron que antes de entrar en vigor la reforma podían convivir y fumar al mismo tiempo sin ningún problema, pero ahora es todo lo contrario, pues les solicitan apagar su cigarrillo o ir afuera para no afectar a los demás asistentes.
David, quien gusta de consumir los productos de tabaco, aseguró que no era necesario implementar cambios, ya que no se violaba ningún derecho a la salud, puesto que para ello había áreas destinadas para fumadores, así como se les preguntaba a los asistentes si tenían un problema con el humo del cigarro.
La dinámica de convivencia cambió al grado de que no pueden consumir algún alimento o bebida en las zonas de humo, lo que, aseguró, es poco práctico para usuarios y las empresas, quienes pierden esos recursos.
“Antes era fácil llegar y fumar, no pasaba nada con irme a fumar en los espacios adecuados, pero ahora uno ya no puede hacer eso, ya no te dejan comer, ni que nos llenáramos de puro humo”, declaró.
Ismael, otro consumidor de los productos de nicotina, comentó que la ley se cumplía hasta antes de estas modificaciones, pero ahora se violenta la libertad de poder fumar, y aunque dijo que está bien buscar cuidar la salud de los demás, aseguró que no es la forma actual.
A su vez, Sofía y Teresa expresaron que la visita a un establecimiento se ha vuelto hasta cierto punto incómoda, ya que saben que no podrán fumar y en algunos casos ni siquiera fuera de los comercios las dejan encender su cigarro, puesto que hay muchos establecimientos aledaños.
“Hay momentos en los que queremos fumar, pero adentro no se puede, vamos afuera y nos dicen que tampoco, que tendríamos que irnos más lejos porque hay otros restaurantes al lado, la verdad es molesto y tedioso”, manifestaron.
Cabe mencionar que mientras los descontentos persisten, las autoridades buscan que en años futuros se eviten más de 49 mil muertes prematuras y 292 mil nuevos casos de enfermedades asociadas al tabaquismo, además de ahorrar más de 155 mil millones de pesos anuales al erario público, ya que a nivel nacional los gastos de atención médica al tabaquismo se calculan en más de 116 mil millones de pesos cada año.
