Si bien en gran parte del mundo la comunidad católica conmemora el Día de la Exaltación de la Santa Cruz cada 14 de septiembre, sólo en México se celebra este 3 de mayo, debido al gran arraigo que tiene la tradición milenaria, tal es así que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) tuvo que solicitar al Vaticano que la celebración fuera este día, cuyo objetivo es “reconocer la presencia de Dios”.
En entrevista con el padre Javier Martínez, vocero de la arquidiócesis de Puebla compartió que la festividad tiene sus orígenes en el siglo IV, cuando Santa Elena, madre del emperador Constantino, descubrió en la ciudad de Jerusalén la cruz en la que falleció Jesucristo, un símbolo que representó durante varios años una forma de mantener el orden en la comunidad, pero que a su resurrección ahora es vista como un símbolo de “salvación, amor, felicidad y victoria de Dios”.
“Es una fiesta que tiene una gran tradición y arraigo en la comunidad cristiana desde hace muchísimos años, desde hace varios siglos. La cruz pasó de ser un instrumento de muerte a convertirse en un signo de historia, porque Jesucristo, ciertamente murió en la cruz, pero resucitó, no fue derrotado”, dijo.
¿CUÁL ES LA RELACIÓN CON EL RAMO DE LA CONSTRUCCIÓN?
Martínez explicó que a la llegada de los primeros evangelizadores era muy común colocar una cruz en cada edificación, por lo que, al observar esta práctica, poco a poco los pobladores comenzaron a tomarla en cuenta, implementarla y modificarla conforme a las tradiciones de cada comunidad, de ahí que existe una variedad en colores, materiales y tamaños.
“Después de hacer una construcción o mientras esta se desarrollaba siempre ponían una cruz como un signo de la presencia de Dios, las personas que construían, que hacían las edificaciones fueron teniendo una profunda relación con la cruz, de tal modo que con el paso del tiempo se fueron identificando”, narró.
En esta misma intervención, el padre detalló que en esta fecha también se solicitan las bendiciones a las obras, se ofrece comida en agradecimiento y, sobre todo, se pide por la protección de todos los participantes, desde albañiles hasta vendedores de material, ingenieros y arquitectos.