Tras la recuperación de los inmuebles que componen las llamadas canchas de fútbol de La Noria, el gobierno del estado proyecta construir en ese espacio un nuevo auditorio para la realización de eventos, el cual tendrá capacidad para recibir hasta 10 mil personas, anunció esta mañana el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
De acuerdo con el mandatario estatal, la Secretaría de Administración evaluará la viabilidad de instalar un nuevo recinto de entretenimiento en el municipio de San Andrés Cholula. Para ello, primero se llevará a cabo un proyecto ejecutivo, el cual será licitado la próxima semana para que el mismo concluya el último día del presente año.
“Es la elaboración del proyecto ejecutivo de lo que es el auditorio, la construcción de un nuevo auditorio, que va a estar ubicado en los terrenos de La Noria, [que fueron] recién recuperados por el gobierno del estado (...) Se está proyectando un nuevo auditorio auditorio techado para 10 mil personas”, precisó.
No obstante, enfatizó en que los trabajos son meramente evaluativos, pues su administración busca cerciorarse de que la construcción de un inmueble de esas características en Tlaxcalancingo, sea una decisión viable.
Además, según se estableció en la licitación pública “SA-SROP-LPE-2022-007”, la obra en cuestión llevaría por nombre “Arena Puebla”, no obstante, desde la perspectiva de Barbosa Huerta, esto podría confundir a la población pues existe un recinto llamado igual, pero en el cual se llevan competencias de boxeo. Por esa razón ordenó a la dependencia que encabeza Jesús Ramírez Díaz cambiar el nombre del proyecto.
Finalmente, no hay que olvidar que el pasado 1 de noviembre elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) dieron cumplimiento a una orden de aprehensión contra Arturo N, administrador de las citadas canchas y fundador del Club Deportivo Noria F.C., por presuntamente lucrar con bienes públicos.
El antecedente de esta detención fue una demanda interpuesta por la Dirección de Bienes Muebles e Inmuebles de la Secretaría de Administración, por la restitución de esos campos deportivos situados en la Reserva Territorial Atlixcáyotl-Quetzalcóatl, esto para que el Estado poblano asumiera control legítimo sobre el predio.