Un atípico Grito de Independencia se llevó a cabo en el estado, mientras el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta hizo su celebración en Casa Aguayo en compañía del edil electo, Eduardo Rivera Pérez, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco realizó su evento en el Palacio Municipal. Por su parte, el mandatario pidió a los presentes que reviva Puebla.
En punto de las 23:00 horas el gobernador arrancó el tradicional Grito de Independencia, el cual se llevó a cabo por primera vez en Casa Aguayo, que es la sede de la administración estatal. Se hicieron los honores a la bandera y posteriormente, Miguel Barbosa, salió al balcón principal para mostrarse con la bandera. En todo momento, estuvo acompañado de su esposa, Rosario Orozco Caballero.
Al salir al balcón, Barbosa Huerta tocó la campana y empezó a ondear la bandera y a mencionar los típicos gritos del 15 de septiembre: “Vivan los poblanos, viva el personal de salud y que reviva Puebla”, fue parte del mensaje que más fue aplaudido por los presentes. Además, pidió un “¡Viva!” por todos los héroes de la nación, pero también por los pueblos originarios.
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Hay que mencionar que previo a que se llevara a cabo el evento, el edil electo, Eduardo Rivera Pérez, se asomó por los balcones de Casa Aguayo para saludar a los ciudadanos, tomarse fotos y también para ver la asistencia de las personas, así como los bailables. Sin embargo, en el momento del grito no acompañó al gobernador.
En el balcón sólo estuvo presente su esposa, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez, el diputado Sergio Salomón y José Alfredo González comandante de la 25 Zona Militar.
Al finalizar, se llevó a cabo un espectáculo de luces artificiales. Las autoridades los observaron desde las ventanas de Casa Aguayo y al terminar este show el gobernador se despidió de los ciudadanos.
Al mandatario lo acompañaron los titulares de las distintas dependencias, además de diputados de la nueva legislatura.
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Casa Aguayo lució llena de vallas para cumplir con la sana distancia por la pandemia; a los ciudadanos Los dividieron en cuadros para que en grupos de 20 personas pudieran disfrutar el espectáculo previo y posterior al Grito. Incluso, elementos de Protección Civil acudían a cada cuadro para contar a las personas y que no se rebasara el número permitido.
Para entrar, los asistentes tuvieron que ser sanitizados, les tomaron su temperatura y les colocaron gel antibacterial.
Previo al grito asistieron cantantes rancheros y mariachis, quienes aprovecharon para amenizar el ambiente y pedirle a los asientes que se sintieran orgullosos de ser mexicanos. Al finalizar el grito el show lo encabezó la Maldita Vecindad.
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La 14 Norte y la 14 Oriente estuvieron llenas de policías y personal del Gobierno del Estado que verificaba que los asistentes tuvieran el cubrebocas o que acudieran a su lugar asignado.
Los comerciantes de El Alto vieron el evento con buenos ojos, ya que sus comercios repuntaron en venta de comida. Las chalupas, las cemitas y los tacos de carne asada fueron los más solicitados.
A diferencia de años pasados en donde se podían ver a las personas usando ropa típica o colocándose moños, pelucas, este año los asientes fueron con ropa más común.