El servicio de agua potable fue restablecido en la junta auxiliar de San Miguel Canoa, luego de que el Ayuntamiento de Puebla intervino para pagar el adeudo que tenía la población con Comisión Federal de Electricidad (CFE) y realizar las obras pertinentes para reanudar el suministro, informó el edil, Eduardo Rivera Pérez.
“Venimos aquí en este acto a entregarles lo que es de ustedes, el agua es de ustedes, para que ustedes la administren, ustedes la cuiden”, dijo el munícipe durante la visita que realizó a la localidad para poner en marcha el pozo “Santiago de los Leones”, que dotará de liquido a los 15 mil habitantes de Canoa.
El restablecimiento del servicio fue posible gracias a una inversión de 30 millones de pesos del gobierno municipal, de los cuales 12 se usaron para pagar el adeudo que tenía la comunidad con CFE, por lo que el edil insistió en que es necesario que los habitantes cuiden y administren bien el vital líquido.
Previamente, Rivera había declarado en entrevista que el problema de agua potable en Canoa fue resuelto por el gobierno municipal, sin que interviniera otra autoridad y como parte de las soluciones a los diversos problemas que heredó la pasada administración municipal.
Asimismo; enfatizó que aunque se ha restablecido el servicio no intervendrán ni la concesionaria Agua de Puebla ni el Soapap para administrarlo, ya que esta será una tarea que seguirá siendo responsabilidad directa de la comunidad, tal como se venía realizando hasta antes de la interrupción del suministro.
El presidente auxiliar de Canoa, Ruperto Pérez Lima, agradeció la intervención del ayuntamiento capitalino para solucionar la falta de agua en la localidad y destacó que el edil Eduardo Rivera es “el presidente que más ha trabajado por las juntas auxiliares”.
Es preciso mencionar que San Miguel Canoa llevaba más de año y medio sin agua potable e incluso los representantes del comité habían solicitado a la CFE un “borrón y cuenta nueva” ante la falta de recursos para cubrir el adeudo por concepto de la energía eléctrica usada por el pozo.
Ante la suspensión de actividades del pozo, la población se veía obligada a consumir agua de un jagüey o adquirirla con pipas, no obstante, la carencia del líquido había comenzado a provocar problemas de salud.
