El supuesto operativo en contra de la trata de personas en el Centro Histórico, no fue apegado a la ley y se violaron los derechos humanos de las sexoservidoras, así lo consideraron activistas, y las mismas trabajadoras, quienes aprovecharon para mencionar que fueron víctimas de golpes y robos por parte de los agentes de la Fiscalía
Este panorama hizo que las mujeres integrantes del grupo “Las Chicas de la 14”, acudieran a la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género en contra de las Mujeres, en donde solicitaron una audiencia con la titular, Margarita Garcidueñas Cuéllar, quien nunca les dio la cara, pero envió a sus trabajadores a resolver la problemática.
Un aproximado de 50 trabajadoras sexuales fueron las que se dieron cita en la Fiscalía y lamentaron que un día antes se realizara un presunto operativo en donde las golpearon y hasta robaron su pertenencias. Explicaron que al principio, los elementos argumentaron un cateo, luego un operativo anti trata de personas, pero nunca presentaron una orden.
Sin darles explicaciones de lo que ocurría, los elementos las tuvieron encerradas en los moteles de la 12 Poniente más de tres horas. Las mantuvieron desnudas y a 16 de ellas las detuvieron y quitaron sus identificaciones oficiales, las cuales, hasta el momento no se las han regresado.
Ángel Manuel López Rafael, integrante de la Unión Internacional de Defensores de Derechos Humanos A.C., indicó que la FGE tiene todo el derecho a investigar presuntos delitos, pero no puede impedir su trabajo, amedentrarlas y no prestar una orden que explique lo ocurrido.
“Las encerraron como si fueran delincuente y pusieron sellos como si hubiera delito que perseguir, pero no lo hay. Tuvieron que actuar con la presunción de inocencia y no entendemos por qué las golpearon”, comentó.
Por su parte, Mariela González Galindo, presidenta de la asociación “Chicas de la 14”, lamentó que nuevamente se les criminalice y que las autoridades no las atienden cuando solo acuden para saber la situación que las rodea y el estatus legal que las alberga.
Previo a manifestarse, tocaron las puertas de la Fiscalía de Género, la cual se mantuvo cerrada y al ver la negativa empezaron a corear: “respeto total al trabajo sexual”. Pasó casi media hora hasta que un trabajador salió para decir que sí las iban a atender, pero solo a tres personas.
Al final, no las dejaron entrar, solo salió una mujer servidora para escuchar todas sus quejas y determinaron que habrá mesas de trabajo e investigarán las presuntas irregularidades. Mariela lamentó esta situación y anunció que acudirán a la Comisión Nacional de los Derecho Humanos (CNDH).
Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos en Puebla, comenzó un oficio de queja por el presunto operativo y anunció que investigarán las presuntas violaciones . Incluso, ya recabaron 35 testimonios y pedirá a la FGE el informe correspondientes.
