Con curiosidad unos y con fe otros. Así fue como decenas depersonas acudieron durante todo este jueves a visitar la Cripta delos Obispos que se ubica justo debajo del altar mayor de laCatedral de Puebla y abre sus puertas al público solo una vez cadaaño: el Día de los Fieles Difuntos.
Ayer, cientos de personas se dieron cita en el lugar dondeleyeron los nombres inscritos en las lápidas colocadas en losmuros de este espacio y conocieron este místico lugar, en el quelo mismo ingresaron niños, que jóvenes, adultos y personas de latercera edad.
No solo los poblanos sino gente de otros estados llegaron hastala Catedral de Puebla durante este puente vacacional y como visitaobligada en el recinto pasaron por la Cripta de los Obispos.
Salvador Soriano, de Oaxaca; Guadalupe Mendoza, de Hidalgo yRita Landa de Guadalajara, acompañados por sus respectivasfamilias, fueron tan solo algunas de las personas que hicieron filapara entrar a la cripta que se trata de un pequeño espacio con dospuertas y apenas iluminado donde descansan los restos de losobispos.
Será en este mismo espacio donde, en su debido momento, sedepositen los cuerpos del arzobispo emérito, Rosendo HuescaPacheco y del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa,cuando fallezcan, de hecho, son las pocas personas que saben enqué sitio descansarán sus restos.
De acuerdo con la Iglesia Católica, el significado de la fiestade Todos los Santos y los Fieles Difuntos radica en “contemplarel luminoso ejemplo de los santos, suscitar en nosotros el grandeseo de ser como los santos, felices por vivir cerca de Dios, ensu luz, en la gran familia de los amigos de Dios. Ser santosignifica vivir cerca de Dios, vivir en su familia”.
En este espacio descansan los restos de 13 obispos y arzobisposde Puebla como: Salvador Bienpica y Sotomayor, Fray JuliánGarcés, primer obispo de Puebla; Pedro Vera y Zuria y OctavianoMárquez y Toriz así como de Juan de Palafox y Mendoza, pormencionar algunos de los nombres.