El acuerdo de paz del gobierno colombiano con las FARCdisminuyó las muertes, los ataques y los combates, pero elconflicto armado continúa en varias zonas del país en donde otrogrupo rebelde y paramilitares se disputan territorios abandonadospor esa guerrilla, dijo Amnistía Internacional.
El presidente Juan Manuel Santos y las antiguas Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia (FARC) firmaron hace un año un acuerdopara acabar con una violenta confrontación que en más de mediosiglo ha dejado 220 mil muertos y al menos siete millones dedesplazados.
Sin embargo, el rebelde Ejército de Liberación Nacional yotros grupos ilegales armados que el Gobierno califica como bandascriminales, pero que para Amnistía Internacional sonparamilitares, se disputan el control de varias regiones afectandolos derechos humanos de la población civil con asesinatos,amenazas y desplazamientos.
Amnistía denunció que los grupos paramilitares operan envarias regiones con el apoyo de algunos efectivos de las FuerzasArmadas.