Dos hombres y una mujer forman una banda que opera como “carteristas” en unidades del transporte público que circulan por la Vía Atlixcáyotl y la zona de La Noria, tales como la Ruta Azteca, Angelópolis y 72A, entre otras; una víctima de estos delincuentes compartió su amarga experiencia a este medio.
Microbuses o camiones llenos y en horas pico son el objetivo principal de este grupo de delincuentes cuyas edades oscilan entre 40 y 45 años.
Todo parece indicar que después de estudiar las rutas que siguen las unidades de transporte público, el trio espera el momento idóneo para abordar la unidad en la que cometerán sus fechorías; uno de los ladrones es el primero en subir al transporte público.
La víctima agregó que una vez que uno de los delincuentes suben a la ruta, se comunica con sus dos cómplices, quienes metros más adelante abordan la unidad como cualquier otro usuario, sin embargo, para poder concretar su objetivo, la mujer siempre lleva una bolsa estorbosa que le sirve para que a la hora de querer pasar al fondo o al principio del pasillo, las víctimas crean que fueron empujados por dicha bolsa y no sospechen que en realidad la mujer les abrió el bolso o la mochila para apoderarse de objetos de valor.
Los varones actúan de la misma forma y una vez que logran su propósito, descienden de la unidad sin que los agraviados se percaten de los hechos o bien, en caso de que las víctimas sospechen de ellos, inmediatamente son intimidadas.
Tal fue el caso de Daniela N, de 27 años, quien al subir a la ruta Angelópolis acompañada de un amigo, fue víctima de estos delincuentes; la joven narró a El Sol de Puebla que fue sobre la Vía Atlixcáyotl, a la altura del Complejo Cultural Universitario de la BUAP, donde subió a un microbús de la Ruta Angelópolis.
Al ser una hora pico, entre 4 y 5 de la tarde, la unidad iba llena; a la altura del Centro Integral de Servicios (CIS), un hombre y una mujer se subieron y a la hora de que la mujer comenzó a empujarse para pasar al fondo del pasillo, Daniela sintió que alguien movía su mochila, primero creyó que se debía a la bolsa estorbosa que llevaba la carterista y después pensó que se trataba de una broma por parte de su amigo.
Sin embargo, el amigo de la víctima al darse cuenta de todo se quedó viendo a la ladrona, quien en vez de intimidarse, lo confrontó y le reclamó al joven por qué la veía; el varón respondió que se le había hecho conocida, pero la delincuente no lo creyó y comenzó a insultarlo, por lo que Daniela y su amigo al percatarse que la mujer tenía a dos cómplices varones que los rodearon y ante el temor de que algo pudieran hacerles, decidieron no hacer más escándalo.
La mujer y sus dos cómplices varones bajaron calles más adelante en la zona de La Noria. Hoy la víctima decidió compartir su caso para alertar a más personas sobre este grupo de carteristas que operan en unidades como Ruta Azteca, Angelópolis, 14 A, 72 A, Cree Madero, entre otras.
