Los dos hermanos panaderos detenidos el fin de semana en el municipio de Acajete, señalados de pertenecer a la banda delictiva de “Los Campo”, fueron enviados al penal de San Miguel, luego de que se calificara de legal su arresto. Aunque la tarde del martes sus familiares bloquearon la avenida 11 avenida Sur frente al Centro de Justicia Penal de Puebla, donde señalaron que a los aprehendidos les habían sembrado droga, nada de lo anterior fue suficiente para liberarlos.
De acuerdo con la información compartida a El Sol de Puebla, tras la exposición del agente del Ministerio Público, el juez de la causa consideró que el arresto de los acusados se hizo conforme a derecho por lo que decretó de legal su detención.
Además de lo anterior, el juez de la causa ordenó que a los asegurados por delitos contra la salud en su modalidad de posesión con fines de suministro, se les impusiera la medida cautelar de prisión preventiva necesaria o justificada.
Por tal motivo, los imputados solicitaron la duplicidad del término constitucional de 144 horas para que sea en una segunda audiencia en la que se resuelva si quedarán o no sujetos a investigación por los hechos en los que se les involucra.
Cándido Javier C, y su hermano Moisés Samuel C., fueron arrestados el fin de semana en el municipio de Acajete, donde a decir de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) se les halló 92 dosis de aparente cristal y 10 cuadros con características del LSD.
Ante tal situación, según la dependencia, los dos hombres fueron detenidos y puestos a disposición de las autoridades ministeriales.
En el mismo escrito, la SSP indicó que Cándido Javier C, alias “El Candela”, al parecer era el líder del grupo criminal de “Los Campo”, y que, a su vez su hermano identificado como Moisés Samuel C., era integrante de la misma banda dedicada al robo a transporte de carga en la autopista Puebla-Córdoba y en los tramos de los municipios de Tecamachalco, Acatzingo y Quecholac.
El martes, con cartulinas y pancartas en mano, familiares, amigos y decenas de pobladores de Acajete que se cooperaron para contratar dos abogados particulares que defiendan a los acusados, alegaron que Cándido y Moisés son inocentes, personas dedicadas a la panadería y a la cual simplemente las incriminaron.