Era un ingeniero químico, de 31 años, el hombre que murió al caer desde la azotea del edificio donde vivía su padre en la colonia Anzures, donde desde el pasado 22 de enero se llevaba a cabo una fiesta con más de quince personas.
El hoy occiso fue identificado como Miguel N, con domicilio también en la capital poblana.
De acuerdo con las investigaciones policiales, desde el pasado viernes en el edificio 3101 de la calle 10 A Sur, se llevó a cabo una reunión.
Fue el sábado por la noche cuando el padre de la víctima llegó y encontró a cerca de quince personas en el lugar; la convivencia continuó hasta el domingo por la noche, cuando el progenitor de Miguel dormía.
A las 20:30 horas, los vecinos oyeron una discusión e instantes después escucharon y vieron que el joven cayó desde el edificio hacia la zona del estacionamiento.
Estupefactos ante los hechos, residentes llamaron al número de emergencias 9-1-1, por lo que paramédicos y policías de diversas corporaciones acudieron a la zona.
Tras revisar los signos vitales del hombre, señalaron que este había muerto debido a las lesiones que sufrió propias de la caída, principalmente por traumatismo craneoencefálico.
La zona fue acordonada y se dio parte a la Fiscalía General del Estado de Puebla, cuyos peritos y agentes ministeriales encabezaron las diligencias del levantamiento del cuerpo.
Aunque de forma preliminar las autoridades no pudieron establecer la mecánica de los hechos, las pesquisas iniciales no descartan que el hoy occiso hubiera estado bajo los influjos de alguna sustancia que le haya hecho perder el equilibrio y caer, o bien, lanzarse.
El caso ya es investigado para establecer si se trató de un accidente o de un crimen.