En otras columnas he comentado la importancia de contar con un sentido de vida, ya que permite enfocar las estrategias, acciones y esfuerzos de una persona, sin dejar a un lado que convivimos en sociedad.
En esta oportunidad quiero retomar lo que establece la filósofa y escritora Emily Esfahani, sobre la existencia de 4 pilares para cultivar el sentido de vida; quien además es autora del libro “El arte de cultivar una vida con sentido” que ha sido traducido a más de 15 idiomas.
La especialista señala que en la actualidad existe un mensaje constante que nos dice que una buena vida es una vida feliz; que, si perseguimos la felicidad, tendremos más éxito, más amigos, más dinero; que obtendremos todos esos beneficios si la buscamos permanentemente.
Esta situación genera una especie de ironía, ya que mientras más nos enfocamos en esa búsqueda constante de la felicidad, se corre el riesgo de volverse en contra, ya que se generan expectativas que son fijadas por factores externos. La escritora menciona que, en realidad, no es normal esperar ser feliz todo el tiempo. Como resultado, cuando las personas no lo logran o no materializan esa búsqueda se sienten infelices.
Ella afirma que, el sentido de vida es más amplio. Los filósofos y los psicólogos definen una vida con sentido como algo que conecta y contribuye a algo que va más allá de uno mismo. Puede ser la familia, el trabajo o la religión. Es aquello que trasciende a la individualidad, a lo que contribuimos y que ayuda a darle orden a nuestra existencia.
Para ello, Emily Esfahani establece 4 pilares que permiten a los seres humanos trabajar en ello:
1. La pertenencia, que hace referencia a que las relaciones sociales nos hacen felices, de forma que contribuyen a nuestro bienestar. Implica situaciones en donde nos sentimos valorados por ser quien somos; en donde nos consideramos escuchados, tomados en cuenta y somos visibles.
2. El propósito es la parte del sentido que nos guía hacia el futuro, es decir, un objetivo que orienta las acciones individuales y colectivas; conectar con una visión mucho más global.
3. La trascendencia son esos momentos en donde nos sentimos por encima de los ajetreos del día a día. También se puede llegar a ella con la meditación o la oración. Esas experiencias nos ayudan a reorganizar los pensamientos de cómo interactuamos más allá del individualismo.
4. La narrativa trata sobre la historia que nos contamos sobre nosotros mismos, ello implica que nosotros somos los autores, cómo hemos llegado hasta aquí y hacia dónde vamos.
Sin duda, estos 4 pilares nos plantean conceptos y elementos que nos pueden ayudar a identificar ese sentido que nos guía, que nos hace parte de una comunidad y que contribuye a hacerle frente a las circunstancias que se nos presentan diariamente.
Y tú, ¿cómo desarrollas tu sentido de vida? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como mencionó el escritor y filósofo inglés Bertrand Russell: “La buena vida es la que está inspirada por el amor y guiada por el conocimiento.”
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