/ miércoles 31 de octubre de 2018

Elba Esther vino a Puebla… ¡a misa!

Elba Esther Gordillo Morales estuvo el sábado en Puebla, como invitada especial a la boda del primogénito de Luis Maldonado Venegas.

Las restricciones de seguridad que envolvieron la celebración religiosa de Luis Felipe Maldonado y Arline Gobera impidieron que quedaran registros públicos de su presencia, pero la exlideresa del SNTE, que ha prometido recuperar el imperio perdido, estuvo esa tarde en Catedral.

Quizá consciente de la polémica que la rodea, la “maestra” optó por el bajo perfil, lo que hizo que solo unos cuantos notaran que se encontraba entre los asistentes a la misa oficiada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.

Gordillo Morales debe tener alguna o mucha estima personal por los contrayentes, no obstante, si vino a tierras poblanas en medio del contexto político que le acompaña debió ser por la muy estrecha relación que guarda con el papá del novio, exdiputado federal y exsecretario morenovallista.

Terminada la misa, por ahí de las siete de la noche, la nueva aliada del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, partió del zócalo de Puebla con el mismo sigilo con que llegó.

Cumplido el objetivo, ya no acudió a la recepción.

Quien no llegó a Catedral pero sí estuvo en la cena fue Esteban Moctezuma Barragán.

El futuro secretario de Educación del gobierno federal alcanzó a los contrayentes en la fiesta, que se llevó a cabo en la Ex Hacienda de Chautla, donde convivieron personajes públicos y amigos tanto de los novios y sus familiares como de Luis Maldonado.

Además de Gordillo y Moctezuma, otros actores políticos externos a Puebla que se hicieron presentes el sábado pasado, en el marco de la unión matrimonial Maldonado-Gobera, fueron Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas; José Ramón Amieva, jefe de gobierno de la Ciudad de México; Arturo Núñez Jiménez, mandatario de Tabasco, y Eduardo Medina Mora, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

De los seis personajes, por lo menos tres tienen vínculos directos y evidentes con López Obrador, el rey de las consultas populares amañadas: la Gordillo, Moctezuma y Velasco.


***

Sí resultó ser irregular e ilegal el cobro por el servicio de estacionamiento a trabajadores de la Secretaría de Educación Pública del estado.

Ayer mismo, el secretario Ignacio Alvízar Linares ordenó colocar un par de mantas en la sede central y en el Instituto de Profesionalización del Magisterio Poblano para aclarar que el aparcamiento es gratuito para el personal administrativo y docente que labora en la dependencia, así como para aquellos maestros que no laboran ahí pero acuden a realizar trámites.

La buena noticia es que ya no hubo negocio en el Instituto, donde se pretendía cobrar 375 pesos por 217 cajones.

La mala es que sí lo hubo, durante algunos meses, en el edificio central, donde se cobraron mil 500 pesos mensuales en un estacionamiento de 288 cajones.

La oferta del secretario es indagar y sancionar a los responsables, que son varios.

***

Valentín Meneses Rojas no es el único integrante del autodenominado Grupo Renovación que está metido en la disidencia del PRI como representante y vocero de los intereses del exgobernador Mario Marín Torres.

Otro miembro de ese grupo que participa de las estrategias marinistas para ayudar a su verdadero jefe es Ramón Fernández Solana.

El excandidato perdedor a diputado federal es quien informa a Marín de los movimientos y los planes que se trazan en esa ruta mayor que busca el descarrilamiento de Enrique Doger Guerrero para entronizar a uno de los suyos en el Comité Directivo Estatal.

La inclusión de su nombre en la lista de firmantes de aquel famoso desplegado, así como el de Valentín Meneses, entre otros, es parte de lo que abona a pensar en el exmandatario como promotor de la revuelta.

Y cómo no, si Fernández Solana fue su secretario particular hasta hace no mucho tiempo.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx


Elba Esther Gordillo Morales estuvo el sábado en Puebla, como invitada especial a la boda del primogénito de Luis Maldonado Venegas.

Las restricciones de seguridad que envolvieron la celebración religiosa de Luis Felipe Maldonado y Arline Gobera impidieron que quedaran registros públicos de su presencia, pero la exlideresa del SNTE, que ha prometido recuperar el imperio perdido, estuvo esa tarde en Catedral.

Quizá consciente de la polémica que la rodea, la “maestra” optó por el bajo perfil, lo que hizo que solo unos cuantos notaran que se encontraba entre los asistentes a la misa oficiada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.

Gordillo Morales debe tener alguna o mucha estima personal por los contrayentes, no obstante, si vino a tierras poblanas en medio del contexto político que le acompaña debió ser por la muy estrecha relación que guarda con el papá del novio, exdiputado federal y exsecretario morenovallista.

Terminada la misa, por ahí de las siete de la noche, la nueva aliada del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, partió del zócalo de Puebla con el mismo sigilo con que llegó.

Cumplido el objetivo, ya no acudió a la recepción.

Quien no llegó a Catedral pero sí estuvo en la cena fue Esteban Moctezuma Barragán.

El futuro secretario de Educación del gobierno federal alcanzó a los contrayentes en la fiesta, que se llevó a cabo en la Ex Hacienda de Chautla, donde convivieron personajes públicos y amigos tanto de los novios y sus familiares como de Luis Maldonado.

Además de Gordillo y Moctezuma, otros actores políticos externos a Puebla que se hicieron presentes el sábado pasado, en el marco de la unión matrimonial Maldonado-Gobera, fueron Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas; José Ramón Amieva, jefe de gobierno de la Ciudad de México; Arturo Núñez Jiménez, mandatario de Tabasco, y Eduardo Medina Mora, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

De los seis personajes, por lo menos tres tienen vínculos directos y evidentes con López Obrador, el rey de las consultas populares amañadas: la Gordillo, Moctezuma y Velasco.


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Sí resultó ser irregular e ilegal el cobro por el servicio de estacionamiento a trabajadores de la Secretaría de Educación Pública del estado.

Ayer mismo, el secretario Ignacio Alvízar Linares ordenó colocar un par de mantas en la sede central y en el Instituto de Profesionalización del Magisterio Poblano para aclarar que el aparcamiento es gratuito para el personal administrativo y docente que labora en la dependencia, así como para aquellos maestros que no laboran ahí pero acuden a realizar trámites.

La buena noticia es que ya no hubo negocio en el Instituto, donde se pretendía cobrar 375 pesos por 217 cajones.

La mala es que sí lo hubo, durante algunos meses, en el edificio central, donde se cobraron mil 500 pesos mensuales en un estacionamiento de 288 cajones.

La oferta del secretario es indagar y sancionar a los responsables, que son varios.

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Valentín Meneses Rojas no es el único integrante del autodenominado Grupo Renovación que está metido en la disidencia del PRI como representante y vocero de los intereses del exgobernador Mario Marín Torres.

Otro miembro de ese grupo que participa de las estrategias marinistas para ayudar a su verdadero jefe es Ramón Fernández Solana.

El excandidato perdedor a diputado federal es quien informa a Marín de los movimientos y los planes que se trazan en esa ruta mayor que busca el descarrilamiento de Enrique Doger Guerrero para entronizar a uno de los suyos en el Comité Directivo Estatal.

La inclusión de su nombre en la lista de firmantes de aquel famoso desplegado, así como el de Valentín Meneses, entre otros, es parte de lo que abona a pensar en el exmandatario como promotor de la revuelta.

Y cómo no, si Fernández Solana fue su secretario particular hasta hace no mucho tiempo.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx