/ martes 14 de mayo de 2024

En Punto

Menos de 24 horas después del debate de candidatos a la gubernatura celebrado el domingo en instalaciones de la BUAP, la Universidad Iberoamericana campus Puebla volvió a tener a los tres contrincantes en un mismo evento.

Alejandro Armenta Mier, de la coalición Sigamos Haciendo Historia; Eduardo Rivera Pérez, de la alianza Mejor Rumbo para Puebla, y Fernando Morales Martínez, de Movimiento Ciudadano, estuvieron en la Ibero para firmar la Agenda por la Paz, una iniciativa de la institución que comprende tres esferas públicas: tejido social, seguridad ciudadana y justicia cotidiana.

Lo único malo fue que los aspirantes firmaron por separado, en diferentes horarios y sin encontrarse.

El primero en arribar a la institución fue Armenta Mier, luego tocó el turno de Morales Martínez y el último en acudir para emitir su firma fue Rivera Pérez.

La convocatoria de la universidad jesuita causó expectación porque se creyó que los candidatos volverían a compartir escenario en un mismo momento, y dado el contenido del debate realizado un día antes, el respetable pretendía ver cómo sería el reencuentro.

Eso no sucedió, porque no se vieron las caras.


* * *


Pero, que los aspirantes a la gubernatura no coincidieran en persona no significa que no hayan hecho declaraciones importantes por separado, en torno al debate.

Desde la Ibero, Eduardo Rivera lanzó un reto a Alejandro Armenta, que no incluye a Fernando Morales: tener hasta dos debates más, con el fin de que el morenista logre sacarse la “espina” que le quedó tras el único careo que tuvieron el domingo 12 de mayo.

El candidato de los partidos PAN, PRI, PRD y PSI consideró que no hace falta reformar las leyes para hacer obligatorios más ejercicios de ese tipo, solamente se necesita voluntad política.

“A mi me encantaría que hubiera dos debates más, y es más, quiero ser muy puntual, solamente entre el candidato Alejandro Armenta y Lalo Rivera. Lo reto a que asista, participe en un segundo debate”, lanzó.

Antes de esto, desde el centro de la ciudad de Puebla, Armenta evitó proclamarse ganador del encuentro y mencionó que su intención es que los poblanos sean los beneficiados.

“A mí me interesa que el ganador sea el pueblo, a mí me interesa que ganen los poblanos, o sea, ya tuvimos la capacidad los tres (candidatos) de informar, de demostrar nuestro nivel de liderazgo emocional”, comentó en rueda de prensa en el posdebate, sin oportunidad de responder si acepta el reto del candidato opositor porque a esa hora todavía no ocurría.


* * *

A propósito del debate ocurrido el domingo.

Cuentan algunos testigos del encuentro que los tres contendientes, pero principalmente el morenista Alejandro Armenta Mier, no pudieron ocultar su enojo tras el final de la confrontación.

El contraste entre la llegada y la salida fue muy notorio.

Tanto Armenta como Eduardo Rivera Pérez fueron amables entre sí a su llegada.

No se comportaron como amigos entrañables, pero sí mostraron la institucionalidad de dos personajes políticos de experiencia y de muchas tablas que optaron por la cortesía y la prudencia.

Eso, sin embargo, ya no sucedió al final.

Después de protagonizar un encuentro de hora y media de ataques, tiempo en el que el morenista y el panista se acusaron y dijeron de todo, la amabilidad del comienzo se había esfumado.

Armenta y Rivera se despidieron, sí, pero de manera breve, fría y molesta.

Aunque los dos candidatos mostraban rostros endurecidos, se asegura que quien iba más molesto era el representante de la 4T.

Tal vez el opositor fue más hábil para disimularlo.


Menos de 24 horas después del debate de candidatos a la gubernatura celebrado el domingo en instalaciones de la BUAP, la Universidad Iberoamericana campus Puebla volvió a tener a los tres contrincantes en un mismo evento.

Alejandro Armenta Mier, de la coalición Sigamos Haciendo Historia; Eduardo Rivera Pérez, de la alianza Mejor Rumbo para Puebla, y Fernando Morales Martínez, de Movimiento Ciudadano, estuvieron en la Ibero para firmar la Agenda por la Paz, una iniciativa de la institución que comprende tres esferas públicas: tejido social, seguridad ciudadana y justicia cotidiana.

Lo único malo fue que los aspirantes firmaron por separado, en diferentes horarios y sin encontrarse.

El primero en arribar a la institución fue Armenta Mier, luego tocó el turno de Morales Martínez y el último en acudir para emitir su firma fue Rivera Pérez.

La convocatoria de la universidad jesuita causó expectación porque se creyó que los candidatos volverían a compartir escenario en un mismo momento, y dado el contenido del debate realizado un día antes, el respetable pretendía ver cómo sería el reencuentro.

Eso no sucedió, porque no se vieron las caras.


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Pero, que los aspirantes a la gubernatura no coincidieran en persona no significa que no hayan hecho declaraciones importantes por separado, en torno al debate.

Desde la Ibero, Eduardo Rivera lanzó un reto a Alejandro Armenta, que no incluye a Fernando Morales: tener hasta dos debates más, con el fin de que el morenista logre sacarse la “espina” que le quedó tras el único careo que tuvieron el domingo 12 de mayo.

El candidato de los partidos PAN, PRI, PRD y PSI consideró que no hace falta reformar las leyes para hacer obligatorios más ejercicios de ese tipo, solamente se necesita voluntad política.

“A mi me encantaría que hubiera dos debates más, y es más, quiero ser muy puntual, solamente entre el candidato Alejandro Armenta y Lalo Rivera. Lo reto a que asista, participe en un segundo debate”, lanzó.

Antes de esto, desde el centro de la ciudad de Puebla, Armenta evitó proclamarse ganador del encuentro y mencionó que su intención es que los poblanos sean los beneficiados.

“A mí me interesa que el ganador sea el pueblo, a mí me interesa que ganen los poblanos, o sea, ya tuvimos la capacidad los tres (candidatos) de informar, de demostrar nuestro nivel de liderazgo emocional”, comentó en rueda de prensa en el posdebate, sin oportunidad de responder si acepta el reto del candidato opositor porque a esa hora todavía no ocurría.


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A propósito del debate ocurrido el domingo.

Cuentan algunos testigos del encuentro que los tres contendientes, pero principalmente el morenista Alejandro Armenta Mier, no pudieron ocultar su enojo tras el final de la confrontación.

El contraste entre la llegada y la salida fue muy notorio.

Tanto Armenta como Eduardo Rivera Pérez fueron amables entre sí a su llegada.

No se comportaron como amigos entrañables, pero sí mostraron la institucionalidad de dos personajes políticos de experiencia y de muchas tablas que optaron por la cortesía y la prudencia.

Eso, sin embargo, ya no sucedió al final.

Después de protagonizar un encuentro de hora y media de ataques, tiempo en el que el morenista y el panista se acusaron y dijeron de todo, la amabilidad del comienzo se había esfumado.

Armenta y Rivera se despidieron, sí, pero de manera breve, fría y molesta.

Aunque los dos candidatos mostraban rostros endurecidos, se asegura que quien iba más molesto era el representante de la 4T.

Tal vez el opositor fue más hábil para disimularlo.


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