/ domingo 1 de marzo de 2020

Iglesia del Barrio de la Luz

Una de las características que son particulares en nuestra ciudad de Puebla, es la diversidad de Iglesias y templos religiosos que son lugares de culto, y al mismo tiempo, espacios arquitectónicos de diferentes siglos.

El barrio en el que se encuentra la iglesia de la Virgen de la Luz formaba parte de uno de los cuatro segmentos del barrio de Analco. Era conocido como Tepetlapa, que en náhuatl significa “tierra firme”, ya que en la zona había grandes cantidades de barro.

Las obras del templo se iniciaron en 1761 por el presbítero don Manuel del Toro, que guardaba la pintura de la advocación de Nuestra Señora de la Luz en una capilla de una casa contigua y que había sido traída de Tecamachalco por el Jesuita José de la Maza. El templo se consagró en 1804 y su terminación total se data en 1818.

Con una decoración a base de cantera gris, ladrillo rojo y azulejo de Talavera, la fachada de la iglesia es una de las más representativas de la ciudad. En los nichos ubicados al frente se encuentran esculturas de San Pedro y San Pablo.

De acuerdo con especialistas, el interior está decorado con altares neoclásicos con pinturas de la Virgen María, su parentela y San Francisco Javier. En el altar mayor se encuentra una pintura con la Virgen de la Luz, que es de donde proviene el nombre de dicho templo.

Existen datos de que en el barrio donde se ubica el inmueble, en el siglo XVI, se asentaron vidrieros y alfareros, que producían loza amarilla, blanca y colorada, además de objetos diversos como cazuelas, jarritos, floreros, tarros de pulque, entre otros, que lo hicieron famoso.

En este barrio poblano, los alfareros fueron reconocidos por armar piezas de loza con barro, una técnica conocida como greta. Esta técnica consiste en incorporar el sistema de vidriada a las piezas. Además, las piezas de este lugar fueron ligadas intrínsecamente con un platillo de la gastronomía de Puebla: el mole.

En la actualidad, todavía es posible encontrar algunos artesanos que continúan con la tradición de trabajar el barro con las técnicas originales, lo que hace de esas piezas únicas.

Para ti, ¿qué otros datos interesantes conoces sobre la iglesia y el barrio de la Luz? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dice una frase célebre: "El silencio es el templo donde el sabio medita.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

Una de las características que son particulares en nuestra ciudad de Puebla, es la diversidad de Iglesias y templos religiosos que son lugares de culto, y al mismo tiempo, espacios arquitectónicos de diferentes siglos.

El barrio en el que se encuentra la iglesia de la Virgen de la Luz formaba parte de uno de los cuatro segmentos del barrio de Analco. Era conocido como Tepetlapa, que en náhuatl significa “tierra firme”, ya que en la zona había grandes cantidades de barro.

Las obras del templo se iniciaron en 1761 por el presbítero don Manuel del Toro, que guardaba la pintura de la advocación de Nuestra Señora de la Luz en una capilla de una casa contigua y que había sido traída de Tecamachalco por el Jesuita José de la Maza. El templo se consagró en 1804 y su terminación total se data en 1818.

Con una decoración a base de cantera gris, ladrillo rojo y azulejo de Talavera, la fachada de la iglesia es una de las más representativas de la ciudad. En los nichos ubicados al frente se encuentran esculturas de San Pedro y San Pablo.

De acuerdo con especialistas, el interior está decorado con altares neoclásicos con pinturas de la Virgen María, su parentela y San Francisco Javier. En el altar mayor se encuentra una pintura con la Virgen de la Luz, que es de donde proviene el nombre de dicho templo.

Existen datos de que en el barrio donde se ubica el inmueble, en el siglo XVI, se asentaron vidrieros y alfareros, que producían loza amarilla, blanca y colorada, además de objetos diversos como cazuelas, jarritos, floreros, tarros de pulque, entre otros, que lo hicieron famoso.

En este barrio poblano, los alfareros fueron reconocidos por armar piezas de loza con barro, una técnica conocida como greta. Esta técnica consiste en incorporar el sistema de vidriada a las piezas. Además, las piezas de este lugar fueron ligadas intrínsecamente con un platillo de la gastronomía de Puebla: el mole.

En la actualidad, todavía es posible encontrar algunos artesanos que continúan con la tradición de trabajar el barro con las técnicas originales, lo que hace de esas piezas únicas.

Para ti, ¿qué otros datos interesantes conoces sobre la iglesia y el barrio de la Luz? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dice una frase célebre: "El silencio es el templo donde el sabio medita.”

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