Sin duda, uno de los elementos que caracterizaron la evolución en el siglo XX y los inicios del actual, es el relacionado con los avances tecnológicos y de comunicación, que permitieron conectar al mundo, en un espacio cada vez más globalizado.
De acuerdo con información pública, se considera que Internet “nació” en el año 1983, cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica decidió usar el protocolo TCP/IP en su red Arpanet, creando así la red Arpa Internet; con el paso de los años se quedó únicamente con el nombre de “Internet”.
En el caso del idioma español, el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española establece que, es una red mundial de computadoras u ordenadores interconectados mediante un protocolo especial de comunicación. Se escribe con mayúscula inicial y en caso de utilizar artículo, por ser una red, se debe escribir “la Internet”, nunca “el Internet”.
En cuanto a las redes sociales, en la década de los noventas surgen las que son consideradas las primeras en su tipo: Geocities y Sixdegrees, que buscaban conectar a personas con intereses similares.
A la fecha, encontramos una diversidad de redes y de sitios de Internet que permiten crear y transmitir contenidos que se encuentran disponibles 24/7 y cualquier persona con conexión a dicha red puede tener acceso a materiales públicos.
Algunos datos relevantes de sitios especializados como internetlivestats.com, mencionan la existencia de más de 4.6 mil millones de usuarios de la red, más 1.8 mil millones de sitios web; ambos casos incrementan diariamente. Esto nos permite tener una idea de la cantidad de espacios y potenciales usuarios de la información que se crea.
Estoy cierto que, este año 2020, ha suscitado cambios drásticos en el uso de las tecnologías, muchas de ellas han permitido mantener comunicación con seres queridos, modificar los esquemas de trabajo y colaboración a distancia; incluso hasta de interacción social.
En este sentido, un dato revelador es el número de participantes que aprovechan la plataforma Zoom, la cual se ha convertido en la más utilizada con más de 300 millones al día.
De igual forma, el uso de otras aplicaciones como Teams y Classroom se ha incrementado por parte de escuelas y universidades, para que, a través de ellas, se pueda dar continuidad a las clases en línea, desde educación básica hasta superior.
Recuerdo que las primeras conexiones a Internet en nuestro país se realizaban mediante línea telefónica y las velocidades de descarga eran considerablemente menores a las que tenemos en la actualidad.
Es un gran reto el que tenemos las y los profesionistas, maestros, las mamás y papás de los alumnos, así como las empresas, instituciones públicas y educativas, que siguen trabajando en esquemas mixtos, es decir a distancia y presencialmente.
Te invito a que, en la medida de tus posibilidades, realices un ejercicio de auto evaluación del aprovechamiento de Internet en tu entorno y cómo se pueden encontrar equilibrios entre su utilización para las diferentes actividades y la nueva realidad que se está fraguando.
Reflexionemos antes de subir algo a la red, ya que será como una huella digital indeleble que se quedará allí por siempre y para siempre.
Y tú, ¿qué uso le das a Internet? ¿Qué otros beneficios has identificado en su uso? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como mencionó el emprendedor Larry Ellison: “Internet debe ser un medio de comunicación entre los pueblos que contribuya a la paz mundial y que el principal objetivo de la alta tecnología es mejorar el nivel de vida de las personas.”
Facebook: David Villanueva Lomelí
