El año 2021 ha sido complejo y nos ha planteado retos en diferentes aspectos de nuestras vidas, en lo económico, familiar, social y educativo, por mencionar los más representativos.
Con el cambio de estación, la llegada de la influenza estacional es inminente y esta enfermedad estará presente con el COVID-19, lo que puede generar que coexistan en este cierre de año.
Por ello, es necesario que tengamos en cuenta esta situación en el contexto en el que nos encontramos, ya que también se aplicarán vacunas para ambas enfermedades, lo que, de preferencia, se tiene que consultar con algún especialista que conozca nuestros antecedentes.
En este sentido, recupero lo que señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), en el sentido que se recomienda la vacunación anual contra la influenza para todas las personas de 6 meses o más, con algunas excepciones.
Ellas pueden ser, por ejemplo, las personas embarazadas y con algunas afecciones crónicas no deben recibir algunos tipos de vacunas contra la influenza. Todas las personas que se vacunen deben recibir la vacuna correcta para su edad y estado de salud.
Adicionalmente, los CDC establecen que, tanto el COVID-19, como la influenza, son enfermedades respiratorias contagiosas, pero causadas por virus diferentes. El primero es causado por la infección por un coronavirus y la influenza estacional es causada por la infección por uno de los tantos virus de ese tipo que se propagan todos los años entre las personas.
Como algunos síntomas entre ambos padecimientos son similares, es posible que al enfermarse, las personas deban realizarse una prueba de detección para saber qué virus es el causante de la enfermedad, o en su caso, verificar que no estén infectadas al mismo tiempo de ambas.
Además, sostienen que, en términos generales, el COVID-19 se propaga más fácilmente que la influenza y causa enfermedades más graves en ciertas personas; asimismo, contagian por más tiempo y la aparición de los síntomas tarda más.
Finalmente, estos centros especializados puntualizan que, mientras se esperan los resultados de la prueba de detección de uno u otro padecimiento, las personas no hospitalizadas con síntomas respiratorios agudos deben aislarse en su casa. De igual forma, quienes no estén hospitalizados con influenza presunta o confirmada deben recibir tratamiento antiviral lo antes posible, independientemente de la duración de la enfermedad.
En estos momentos complejos que estamos viviendo en diversos ámbitos sociales, y sobre todo de salud, es necesario seguir cuidándonos, tomar las medidas preventivas correspondientes, visitar a las y los doctores para monitorear nuestro estado de salud y continuar con las actividades diarias.
Y tú, ¿cómo te cuidas para evitar posibles contagios? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como señaló el escritor romano Publio Siro: “Buena salud y buenas emociones son dos de las mayores bendiciones de la vida.”
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