/ miércoles 7 de abril de 2021

Manzanilla y Estefan libran el destierro político

Dos personajes que fueron compañeros de gabinete en el interinato de Guillermo Pacheco Pulido y después desterrados del olimpo barbosista en diferentes circunstancias lograron sobrevivir a la tormenta y estarán de vuelta dentro de pocos meses para convertirse de nuevo en protagonistas de la vida política del estado.

Se trata de Fernando Manzanilla Prieto y Jorge Estefan Chidiac, quienes después de ser aliados del entonces candidato de Morena al gobierno del estado, Luis Migue Barbosa Huerta, desde sus posiciones de secretario de Gobernación y secretario de Finanzas, en ese orden, tuvieron que recoger sus cosas, empacar y marcharse a una trinchera para esperar mejores tiempos en medio de un escenario incierto.

En silencio, después de recibir los “parabienes” del gobernador Barbosa de distintas maneras, ambos personajes se pusieron a cabildear con los presidentes de sus respectivos partidos políticos para tratar de acomodarse en nuevos sitios de poder a partir del proceso electoral que se avecinaba. Y lo consiguieron.

Fernando Manzanilla tiene boleto asegurado para repetir como diputado federal.

Después de coquetear durante casi tres años con las posibilidades de competir por la presidencia municipal de Puebla o ingresar al Congreso del Estado para convertirse en líder de bancada, el Partido Encuentro Solidario le ha dado el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados federales plurinominales por la cuarta circunscripción, lo que le garantiza conservar un sitio en la cámara baja.

Jorge Estefan posee una llave de acceso premium al Congreso del Estado.

El exsecretario de Finanzas, que aspiraba a quedarse en el inmueble de la colonia Azcárate en el gobierno de Barbosa, va en el primer sitio de la lista de abanderados a diputados locales plurinominales del PRI, beneficio que también le asegura el acceso al edificio de la 5 Poniente, muy al margen de lo que ocurra el próximo 6 de junio en las urnas.

Estas circunstancias les permitirán a los dos antiguos aliados del gobernador mantenerse vigentes y con buenas expectativas hacia el futuro, muy a pesar de los deseos de otros actores políticos, que habrían preferido verlos fuera del estado y dedicados a otro tipo de actividades, ajenas al quehacer público.

Manzanilla, que ha sido denunciado por la administración estatal por presunto mal uso de los recursos públicos, mantendrá por el momento el fuero constitucional y desde su posición política de privilegio continuará en la construcción de una ruta electoral con miras al 2024.

El exsecretario quiere ser candidato a gobernador y ha conseguido permanecer en la burbuja de los partidos aliados al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, para buscar la postulación en la contienda que sigue, la que marcará la sucesión de Barbosa y en la que tendrá que pelear de manera interna, al menos, con el senador Alejandro Armenta Mier.

Estefan, una vez instalado en el Congreso en septiembre, será nombrado coordinador de la bancada del partido tricolor y seguramente desde ahí se volverá un factor de peso en la toma de decisiones del Poder Legislativo, no porque el PRI vaya a ser numeroso en diputaciones, sino por sus capacidades personales. El priista irá a las aguas en las que mejor nada, las legislativas.

Si Morena vuelve a darle un revés al gobernador, pero ahora con la lista de candidatos a diputados locales, al no postular los perfiles que él quiere y espera, anote a Estefan como virtual aliado y hasta operador de los intereses barbosistas en la siguiente legislatura.

La eventual descomposición del Congreso para los fines del mandatario estatal, con diputados de Morena ajenos a sus directrices y los del PAN reagrupados en torno a la sucesión, podría ser el mejor escenario para Estefan, quien aprovecharía sus cualidades de negociación para suplir esa falta de operadores legislativos morenistas.

Dicho lo anterior, Manzanilla y Estefan están de regreso.

Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Dos personajes que fueron compañeros de gabinete en el interinato de Guillermo Pacheco Pulido y después desterrados del olimpo barbosista en diferentes circunstancias lograron sobrevivir a la tormenta y estarán de vuelta dentro de pocos meses para convertirse de nuevo en protagonistas de la vida política del estado.

Se trata de Fernando Manzanilla Prieto y Jorge Estefan Chidiac, quienes después de ser aliados del entonces candidato de Morena al gobierno del estado, Luis Migue Barbosa Huerta, desde sus posiciones de secretario de Gobernación y secretario de Finanzas, en ese orden, tuvieron que recoger sus cosas, empacar y marcharse a una trinchera para esperar mejores tiempos en medio de un escenario incierto.

En silencio, después de recibir los “parabienes” del gobernador Barbosa de distintas maneras, ambos personajes se pusieron a cabildear con los presidentes de sus respectivos partidos políticos para tratar de acomodarse en nuevos sitios de poder a partir del proceso electoral que se avecinaba. Y lo consiguieron.

Fernando Manzanilla tiene boleto asegurado para repetir como diputado federal.

Después de coquetear durante casi tres años con las posibilidades de competir por la presidencia municipal de Puebla o ingresar al Congreso del Estado para convertirse en líder de bancada, el Partido Encuentro Solidario le ha dado el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados federales plurinominales por la cuarta circunscripción, lo que le garantiza conservar un sitio en la cámara baja.

Jorge Estefan posee una llave de acceso premium al Congreso del Estado.

El exsecretario de Finanzas, que aspiraba a quedarse en el inmueble de la colonia Azcárate en el gobierno de Barbosa, va en el primer sitio de la lista de abanderados a diputados locales plurinominales del PRI, beneficio que también le asegura el acceso al edificio de la 5 Poniente, muy al margen de lo que ocurra el próximo 6 de junio en las urnas.

Estas circunstancias les permitirán a los dos antiguos aliados del gobernador mantenerse vigentes y con buenas expectativas hacia el futuro, muy a pesar de los deseos de otros actores políticos, que habrían preferido verlos fuera del estado y dedicados a otro tipo de actividades, ajenas al quehacer público.

Manzanilla, que ha sido denunciado por la administración estatal por presunto mal uso de los recursos públicos, mantendrá por el momento el fuero constitucional y desde su posición política de privilegio continuará en la construcción de una ruta electoral con miras al 2024.

El exsecretario quiere ser candidato a gobernador y ha conseguido permanecer en la burbuja de los partidos aliados al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, para buscar la postulación en la contienda que sigue, la que marcará la sucesión de Barbosa y en la que tendrá que pelear de manera interna, al menos, con el senador Alejandro Armenta Mier.

Estefan, una vez instalado en el Congreso en septiembre, será nombrado coordinador de la bancada del partido tricolor y seguramente desde ahí se volverá un factor de peso en la toma de decisiones del Poder Legislativo, no porque el PRI vaya a ser numeroso en diputaciones, sino por sus capacidades personales. El priista irá a las aguas en las que mejor nada, las legislativas.

Si Morena vuelve a darle un revés al gobernador, pero ahora con la lista de candidatos a diputados locales, al no postular los perfiles que él quiere y espera, anote a Estefan como virtual aliado y hasta operador de los intereses barbosistas en la siguiente legislatura.

La eventual descomposición del Congreso para los fines del mandatario estatal, con diputados de Morena ajenos a sus directrices y los del PAN reagrupados en torno a la sucesión, podría ser el mejor escenario para Estefan, quien aprovecharía sus cualidades de negociación para suplir esa falta de operadores legislativos morenistas.

Dicho lo anterior, Manzanilla y Estefan están de regreso.

Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx