Es un duro golpe para los varones pero un pétalo de justicia para ellas. Quienes echan porras a Eduardo Rivera Pérez para ser candidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla tendrían que analizar a fondo el diferendo del Senado y el INE en temas de paridad de género.
El año entrante no sólo se tratará de darle a la mujer la mitad de las candidaturas a espacios de elección popular, por cada partido político, sino que además deberán ir en igualdad de oportunidades donde exista chance de triunfo.
La inconformidad de Ricardo Monreal para que el INE dé lo que corresponde a las mujeres tiene su epicentro en Zacatecas donde su hermano David se alista a competir nuevamente por la gubernatura. Morena tendría ahí que postular mujer, pero el giro no conviene a los Monreal.
Los tiempos cambiaron. Las autoridades y tribunales electorales tienen que ser vigilantes de que los partidos no sean abusivos con ellas ni se pasen de listos como antaño. Habrá resistencias misóginas por todos lados, se entiende, análisis sesgados incluso, pero deben darles lo justo.
A diferencia de antes que mañosamente las enviaban a perder, ahora el asunto es diferente, el principio de paridad incluye el género y el número de espacios, pero también contempla el criterio de ocasión.
El PAN tiene amplias posibilidades de ganar la Angelópolis, es sabido. La vez pasada ya compitió un hombre de Acción Nacional, por tanto, en el 21 lo justo sería que fuera una mujer.
En Morena es lo opuesto, ya fue una mujer su candidata, ahora, tendría que ser varón si Claudia Rivera desiste en repetir, por eso presiona fuerte Gabriel Biestro, aunque para darle vueltas a complicaciones como esta que meten en bretes a los Monreal y a otros, los morenos rediseñan el astuto recurso de la tómbola.
Las mujeres panistas pueden exigir la chance del partido azul. Tienen la ley de su lado. El criterio de ocasión les favorece. Y si en verdad se empecinan pueden ganarle la mano a Lalo Rivera.
Ellas lo saben y el jurídico del partido también, incluso cediendo la candidatura a Lalo, cualquier ciudadano inconforme panista o no puede judicializarla en tribunales electorales constitucionales y de derechos humanos.
Quizá el mejor argumento del panismo morenovallista para ir por la alcaldía de Puebla sea este, el cruce de la ley con la paridad de género, letra chiquita que cuesta leerse y comprenderse, y más si se es varón.
EL VOTO FIEL FUE INFIEL EN EU Y PUEDE SERLO AQUÍ EN EL 21
Otra vez se equivocaron las encuestadoras en EU, sin embargo, una notable enseñanza dejaron en adelante. Los republicanos de Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Arizona, Georgia y Minnesota fueron infieles a Trump, le dieron su voto a Biden, y la infidelidad desvió el pronóstico más de 5 puntos porcentuales.
Entre otras razones por el estilo déspota, iracundo y polarizador del magnate. Ocultaron el sentido del sufragio hasta el último segundo. Los feos modos del presidente no fueron del agrado general republicano.
El año entrante habrá elecciones en varios estados del país, entre ellos Puebla, con un Morena robusto en las encuestas y un presidente bien calificado, algo que contrasta con los pésimos gobiernos de ese movimiento y sus lentos reflejos en situaciones de crisis como la pandemia.
Después de lo ocurrido en Hidalgo y Coahuila, y ahora en EU, debe considerarse en el 2021 el cobro de saldos a gobiernos y partidos ineficientes ocupados más en polarizar que ofrecer resultados.
La de Trump fue una administración fanfarrona, de encono racial, furia y venganza, el finiquito pendiente ya le fue cobrado por eso se va el 20 de enero.
MORENOVALLISMO RESILIENTE
Aceptar aliarse al PRI poblano implicaría para el PAN invitar al enemigo a que le apuñalara por la espalda. Genoveva, Gali y el morenovallismo resiliente entienden a la perfección a qué intereses obedece la gerencia estatal de ese partido.
El tricolor de Cacique y Camarillo pretende ganar en oscuros acuerdos lo que no puede obtener en las urnas a la luz del día. Acuerdos diametralmente opuestos a las pretensiones nacionales del PRI, PAN, PRD y MC.
GOLPE BLANDO
El nombre es fascinante: Golpe Blando. Sólo a la derecha pudo ocurrírsele reservar la identidad de sus movimientos sociales contra el gobierno usando este antifaz.
