Nuestra ciudad es la sede del primer espacio dedicado al arte religioso en México. Me refiero al Museo de Arte Religioso de Santa Mónica.
Este edificio se descubrió en 1934 y hasta ese año había fungido como un convento femenino clandestino debido a que con las llamadas Leyes de Reforma se generaron grandes cambios.
Después de su descubrimiento, en 1935 el edificio fue convertido en un museo, en el que se concentraron obras de arte provenientes de diferentes conventos.
Fue hasta el año de 1940 cuando el museo se incorporó al Instituto Nacional de Antropología e Historia, siendo uno de los primeros museos en formar parte del mismo.
Este lugar es un inmueble del siglo XVII con adecuaciones realizadas durante el siglo XVIII y una intervención más grande entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Dentro de la arquitectura del lugar predomina el estilo barroco, que se puede apreciar principalmente en las fachadas de uno de sus patios interiores.
Sin embargo, la fachada principal, que se encuentra sobre la calle 18 Poniente, corresponde al estilo neoclásico.
El Museo de Santa Mónica es el indicio más completo de la arquitectura de los conventos femeniles en Puebla.
Dentro de sus 23 salas de exposiciones se albergan obras de autores importantes de la época como Miguel Jerónimo de Zendejas y Juan Correa, entre otros.
Gracias a una reciente actualización el museo cuenta con obras que nos permiten ver y aprender sobre las actividades cotidianas que llevaban a cabo las monjas de este exconvento.
A lo largo de 12 salas podemos apreciar desde aspectos de la cocina hasta elementos más espirituales como la muerte.
Y tú, ¿qué conoces del Museo de Santa Mónica? Los invito a dejar su mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como dijo el novelista André Malroux: “La cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida”.
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