/ martes 26 de marzo de 2024

Violencia en el proceso electoral 2024

La motivación de la violencia en los procesos electorales ha cambiado: antes era por represión política, hoy es por atentados de grupos delincuenciales. ¿Cómo ha sucedido este cambió en la motivación de la violencia electoral?

Entendamos que en México la violencia siempre ha tenido un lugar protagónico, incluso después de la Revolución Mexicana se transitó a un régimen autoritario de partido único que dio estabilidad política, crecimiento económico y construcción de un estado de bienestar, en detrimento de libertades políticas y sociales, es decir, la violencia se ocupó para sostener a grupos caciquiles con grupos paramilitares, y también con cuerpos de seguridad oficiales: policías, ejército y agencias de inteligencia como la Dirección Federal de Seguridad (DFS).

Precisamente la lucha por más libertades públicas es la que obligó al régimen a evolucionar a un sistema político pluripartidista, la violencia que siempre fue silenciosa y dirigida para acallar a líderes sociales, en la década de los 90, fue impulsada por agentes del gobierno para evitar que la oposición ganará elecciones; en esta década se registran más de 700 asesinatos por causas políticas, esta cifra sin contar represiones, desaparecidos, torturados, etcétera.

Sin embargo, la alternancia de gobierno dejó de ser peligrosa, los chapulines (transfuguistas electorales) comprendieron que no habría que quedarse fuera del gobierno, sino emigrar al grupo ganador. El control por el aparato político, sobre todo el municipal, fue ambicionado ya no por políticos sino por grupos delincuenciales ¿Por qué?

La Guerra Contra el Narco del panista Felipe Calderón evidenció que el poder político se puede utilizar en favor de un grupo criminal para eliminar a otro. Es decir, el crimen organizado no podría subsistir sin la alianza de un gobierno municipal, estatal, o en el peor de los casos, nacional e internacional.

Es decir, como en la novela negra, el contacto entre el espía, los delincuentes y el estado, es fundamental para que haya trama. México ha sido considerado bárbaro por ejercer su política a partir del conflicto armado, aunque en distintos grados, esa afirmación no ha cambiado.

@IsaacPalestinaD

La motivación de la violencia en los procesos electorales ha cambiado: antes era por represión política, hoy es por atentados de grupos delincuenciales. ¿Cómo ha sucedido este cambió en la motivación de la violencia electoral?

Entendamos que en México la violencia siempre ha tenido un lugar protagónico, incluso después de la Revolución Mexicana se transitó a un régimen autoritario de partido único que dio estabilidad política, crecimiento económico y construcción de un estado de bienestar, en detrimento de libertades políticas y sociales, es decir, la violencia se ocupó para sostener a grupos caciquiles con grupos paramilitares, y también con cuerpos de seguridad oficiales: policías, ejército y agencias de inteligencia como la Dirección Federal de Seguridad (DFS).

Precisamente la lucha por más libertades públicas es la que obligó al régimen a evolucionar a un sistema político pluripartidista, la violencia que siempre fue silenciosa y dirigida para acallar a líderes sociales, en la década de los 90, fue impulsada por agentes del gobierno para evitar que la oposición ganará elecciones; en esta década se registran más de 700 asesinatos por causas políticas, esta cifra sin contar represiones, desaparecidos, torturados, etcétera.

Sin embargo, la alternancia de gobierno dejó de ser peligrosa, los chapulines (transfuguistas electorales) comprendieron que no habría que quedarse fuera del gobierno, sino emigrar al grupo ganador. El control por el aparato político, sobre todo el municipal, fue ambicionado ya no por políticos sino por grupos delincuenciales ¿Por qué?

La Guerra Contra el Narco del panista Felipe Calderón evidenció que el poder político se puede utilizar en favor de un grupo criminal para eliminar a otro. Es decir, el crimen organizado no podría subsistir sin la alianza de un gobierno municipal, estatal, o en el peor de los casos, nacional e internacional.

Es decir, como en la novela negra, el contacto entre el espía, los delincuentes y el estado, es fundamental para que haya trama. México ha sido considerado bárbaro por ejercer su política a partir del conflicto armado, aunque en distintos grados, esa afirmación no ha cambiado.

@IsaacPalestinaD