Hoy que se conmemora el Día Internacional de la Mujer es pertinente hablar de aquellas enfermedades que se presentan en nosotras con mayor frecuencia; quizá pienses que estas son el cáncer de mama o de cuello uterino, porque de ambas se realizan más campañas de prevención, pero hoy no hablaremos de estas. Las más comunes en mujeres son patologías de tipo inflamatorio, entre las que destacan la artritis reumatoide, las colitis y la osteoartritis.
Para poder explicar en qué consiste cada una de estas enfermedades entrevistamos a Miguel Fuentes Blancas*, profesional de la salud con máster en senología, quien asegura que la falta de atención oportuna conlleva a un deterioro temprano, así como una incapacidad para el trabajo y la vida diaria. Al igual que la diabetes y la hipertensión, casi todas estas enfermedades tienen un comportamiento hereditario, por lo que no son prevenibles.
LA ARTRITIS REUMATOIDE
Es una enfermedad inflamatoria que puede ser incluso infantil o juvenil, aunque la mayor parte se da en adultas, después de los 30 años. Con esta se presenta mucha rigidez articular por las mañanas al levantarse; puede ser de las manos, de las piernas y conforme pasa el día esta desaparece; amanecen tiesas y progresivamente se empiezan a soltar, por decirlo así. Hay una diferencia de un hombre por cada 7 mujeres, de manera que es predominantemente de ellas, asegura el entrevistado.
No tiene cura y si la padeces deberás tomar medicamentos de por vida para tener una mejor calidad de vida, pero si te atiendes temprano serán solamente una o dos medicinas, de lo contrario, si esperas a que el problema sea mayor, entonces serán entre 5 y 6, que podrán incluir inyecciones y otras más agresivas.
Para que el médico la pueda detectar en una etapa inicial, recomienda estar atenta a cualquier situación anormal: si por ejemplo tienes apenas 30 años y ya te duelen las piernas, si están rígidas al levantarte por las mañanas y conforme pasa el día te empiezas a mover con mayor facilidad.
OSTEOARTRITIS
Es diferente a la artritis reumatoide, en esta no hay rigidez sino dolores a cualquier hora del día en espalda, cuello, cadera, dedos, rodillas, tobillos… todas las articulaciones, porque presentan desgaste debido al uso y se da predominantemente en personas mayores de 50 años, expone.
De este padecimiento se quejan tanto hombres como mujeres, dice Fuentes, pero se presenta más en las primeras porque, en general, hacen más trabajo físico principalmente con las manos: por ejemplo, al limpiar la casa o lavar los trastes están más en contacto con el agua y es más fácil que presenten dolor.
Añade que en quienes la sufren, en los nudillos, al final de los dedos, se empieza a producir dolor y se deforman, se ven unas “bolitas” entre las articulaciones. Esta es una condición también hereditaria y no se puede prevenir; si tus padres no se quejan de eso, tampoco lo vas a heredar, pero entre más viejo llegues a ser, es más probable que te dé.
COLITIS
La colitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación e irritación de la mucosa del intestino grueso o colon. Hay varias clases, pero la mayor parte de estas son de tipo nervioso; influyen también otros factores como la alimentación y el ritmo de vida, pero principalmente son causadas por un factor neurogénico, bastante predominante y también tiene cierta influencia hereditaria, afirma el especialista.
Asimismo, puede ser causada por alergias a alimentos, como la intolerancia a la lactosa o al gluten (enfermedad celíaca). Si te brincas las comidas o comes mucho picante; si estás sentado mucho tiempo no hay mucha movilización en los intestinos, entonces toda la materia se queda ahí atorada y genera más probabilidades de tener colitis, comenta.
Tipos de colitis
Hay unas que son provocadas por medicamentos; también está el colon irritable, en el que hay ciclos de diarreas y de estreñimiento, esta es una de las colitis más frecuentes en las mujeres. Existen otras de tipo inflamatorio, como del 3% del total de las colitis, que sí tienen que ver con enfermedades que se deben de curar: la colitis ulcerosa crónica inespecífica y la enfermedad de Crohn, aunque estas dos no son las más frecuentes, expone.
“En general no tiene cura, pero casi siempre requiere de mucha disciplina, porque ya cuando se reconoce, debes hacer cambios en tus hábitos de descanso, en la forma de sentarte, en tu alimentación y en algunos casos, no en la mayoría, se requiere una serie de medicamentos. Quitando el factor se quita la colitis”, agrega.
¿CÓMO DEBEMOS CUIDARNOS?
Miguel Fuentes menciona: “una cuestión que últimamente he visto es que las mujeres cuidan todo: a los hijos, al marido, la casa, pero no se cuidan ellas. Les da miedo a veces ir al médico porque ‘me va a decir que tengo cáncer’, ¡pero si ya lo tienes! Si te lo encuentran antes, ahí radica todo, la atención y los pronósticos son mucho mejores que cuando te lo detectan si ya está muy avanzado”.
Sin embargo, aunque sí es necesario hacerse los estudios para diagnosticar a tiempo, por ejemplo, el cáncer de mama o cérvico uterino, asegura que él y otros médicos no están de acuerdo con la comercialización que se hace en ciertas fechas como el Día de la Mujer, cuando los laboratorios hacen promociones por los estudios porque, aunque son buenos, un doctor es que es quien te debe derivar para que se hagan los análisis o pruebas que requieras, que deben ser específicas de acuerdo con el paciente.
“En general se recomienda una revisión anual, puede ser con un médico general (que tenga conocimientos e interés, porque no todos los tienen), para que le digas lo que tienes. Es muy probable que tengas varias enfermedades al mismo tiempo y todas se deben atender, pero a veces el médico le puede dar prioridad a alguna sobre otra, la que considere que se deba de tratar primero. En ocasiones a la gente le da pena decir que tiene dos o más cosas, pero no pasa nada, es normal”, indica.
Agrega que, además de los padecimientos que sufren más comúnmente las mujeres y de las cuales ya hablamos, posterior a la menopausia se aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas por la reducción hormonal. Hay estudios de rutina en pacientes de riesgo que ayudan a la detección, como la densitometría ósea en el caso de la osteoporosis y los análisis clínicos orientan al médico sobre el diagnóstico y el comportamiento de las enfermedades inflamatorias mencionadas anteriormente.
Asimismo, comenta que en todas las enfermedades el pronóstico mejora cuando hay una buena alimentación y se hace ejercicio con regularidad. Finalmente, Fuentes Blancas enfatiza que la detección oportuna y la atención temprana son la meta para mejorar la calidad de vida, por eso invita a las mujeres a que se atienda, se revisen y lo hagan lo más pronto posible, pues lo más importante es que, para poder cuidar a tus seres queridos, te tienes que cuidar tú también.
*Teléfono: 222-246-1662
