Así puedes evitar un golpe de calor

Retrasar el tratamiento aumenta el riesgo de padecer complicaciones graves o la muerte

DR. MIGUEL FUENTES BLANCAS / Médico cirujano y senólogo*

  · miércoles 15 de mayo de 2019

El golpe de calor es una verdadera urgencia, por lo cual hay que saber identificar por qué se origina y qué podemos hacer en caso de que se presente. Se le denomina “Golpe de Calor” a aquel estado del organismo en el cual se produce un sobrecalentamiento interno provocado por la exposición prolongada al sol, ejercicio en ambientes calurosos, mala hidratación o mala ventilación. El golpe de calor sin tratar, puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos, pues pierden agua y las sales esenciales para su buen funcionamiento.

Los menores de 5 años y mayores de 60, así como aquellas personas con enfermedades crónicas y que tienen la piel muy expuesta al sol, deben tener especial cuidado, ya que son los grupos de mayor riesgo. Retrasar el tratamiento aumenta el riesgo de padecer complicaciones graves o la muerte, por lo que es recomendable tomar en cuenta los siguientes síntomas:

• Temperatura corporal elevada. Es el signo principal del golpe de calor

• Alteración del estado mental o del comportamiento. Puede provocar confusión, agitación, irritabilidad, delirio, desmayos, convulsiones y coma.

• Alteración de la sudoración. La piel se sentirá caliente y seca al tacto.

• Náuseas y vómitos. Puede sentir el estómago revuelto.

• Piel enrojecida. A medida que aumenta la temperatura corporal.

• Respiración acelerada. Esta puede volverse rápida y poco profunda.

• Frecuencia cardiaca acelerada. El pulso puede aumentar considerablemente, debido a que el estrés por calor impone una enorme carga al corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.

• Dolor de cabeza. Puede doler con cada latido

¿QUÉ SE DEBE HACER?

Es importante actuar rápidamente. Intente bajar la temperatura con hielo o con un baño en agua helada. Ofrezca agua fresca o líquidos. Evite los refrescos o bebidas azucaradas. Traslade a la persona a un lugar fresco y ventilado. Ponerla en la sombra es lo más adecuado. No administre medicamentos antifebriles y no friccione la piel con alcohol.

RECOMENDACIONES:

Mantener una hidratación adecuada, tomando entre dos y tres litros diarios de líquidos, que incluyen las bebidas, los caldos, las sopas, etcétera. En caso de lactantes, ofrecer pecho de manera más frecuente. Hay que vestir ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros.
Una ventilación adecuada en viviendas y lugares de trabajo evitará el golpe de calor. Evite la exposición prolongada al calor o al sol, o utilice sombrilla, sombrero o gorra. No se exponga a los rayos solares entre el mediodía y las 5 de la tarde. Nunca permanezca o deje a sus hijos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

* Titular de Cirugía Ambulatoria IMSS UMAA.

Máster en Patología Mamaria y Senología.

Teléfono: 2-46-16-62