por Aline Márquez
Cantona es un pasadizo ancestral en Puebla, y me atrevería adecir que es también un pasadizo secreto, por el número devisitantes que recibe en comparación con la zona arqueológica deCholula, la estrella o la Catedral.
En mi experiencia, podría decir que es el lugar más colosal,místico y mágico que tiene Puebla, es impresionante la sensaciónque recorre por todo tu cuerpo cuando has llegado a la cima de lapirámide de la Fertilidad.
Creo que el mundo tiene más de un cielo, hay billones de cielosen cada casa, en cada cultura y en cada lugar que nadie mira, yclaro, siempre es un cielo único e irrepetible. En definitiva, micielo favorito es el que se ve desde Cantona, porque es un cielotanto azul como verde, pero un verde tan sui géneris, como sifuera un verde de todos los colores.
[caption id="attachment_419909" align="aligncenter" width="600"]Fotos: Aline Márquez y Rodolfo Pérez[/caption]
Cantona, me parece una ciudad perfecta, con unas callejuelaspequeñas, amuralladas y muy bien ordenadas, es la ciudadprehispánica de todo Mesoamérica con el mayor número de canchaspara el juego de pelota y con grandes plazas conformadas de trespiezas, que incluían lugares de recreación. Quizá hacíanespectáculos fenomenales de lo que no se tiene dato alguno.
Mientras caminaba, y en alguna parte de los 3 kilómetros queanduve (que es lo que dura aproximadamente el recorrido), meimaginaba a la gente realizando sus actividades diarias, o pensabaen cómo sería un atardecer con ciudadanos de estatura pequeñarecorriendo sus calles; imaginaba a los habitantes mirando cómo elsol se ocultaba entre los montecillos que la rodean o quizá sóloverían el sol ocultarse entre las miles de murallas de conformansus aproximadamente 4 mil calles; imaginaba la actividad de losvolcanes y el humo de su respiración.
La zona arqueológica tiene un horario de 9:00 a 17:00 horas,por lo que no me fue posible admirar la calidad de las estrellasdesde esa inmensa pirámide, pero qué genial hubiera sido que unavez que el día perdiera su luz, yo me acostara en su planicie,acompañada de la redondez de sus esculturas y con la totaloscuridad que se caracteriza en un día nublado y sin luzeléctrica, estoy segura que la luz lunar y el ojo adaptado a laoscuridad creaban el efecto de las noches más brillantes.
Cantona fue la ciudad más urbanizada del México prehispánico,la razón por la que se fueron sus habitantes, así como la culturaque la habitó, sigue siendo un misterio. Así que la historia quecompone a Cantona puede incluso ser una historia imaginaria, en elque uno es rey de su ciudad fantasma. Puebla siempre es muchomás de lo que creemos y Cantona es una ciudad fantasma en la queviven las millones de historias que imaginan los visitantes y quesoñamos los que nos dejamos llevar por su cielo de obsidiana.