por Mara Rodríguez Masdefiol
Ejercicio de reflexión:
¿A qué edad piensa que es necesario empezar a disciplinar alniño?
¿Cuándo es conveniente darle explicaciones?
¿Cómo debe ir modificándose la disciplina a medida que elniño crece?
¿Qué tipo de disciplina necesita su hijo? ¿Responde mejor silo trata con suavidad o requiere que le marque los límites confirmeza?
Cometemos dos errores al disciplinar a nuestro hijo: consentirloy dejarlo hacer lo que quiere o exigirle un comportamiento maduroaún cuando no está preparado; son dos errores muy frecuentes. Aveces pasamos de un extremo a otro, y eso le ocasiona másconfusión al niño.
Algunos padres tenemos miedo de perder el amor de nuestro hijosi ejercemos la autoridad.
Tal vez no nos atrevemos a marcar límites porque no deseamosimponerle una educación tan dura como la que nosotros recibimos.Pero esto es hacer vivir al niño en un mundo irreal, si nosdoblegamos a sus caprichos y él no tiene que responsabilizarse desu conducta ni considerar los sentimientos o necesidades de losdemás, no podrá aprender a ponerse de acuerdo ni a llegar atratos justos; no sabrá como relacionarse y se sentiráincapaz.
Ceder a los reclamos, gritos, llantos o ruegos del niño ycambiar nuestras decisiones para satisfacer sus deseos lo tendrácontento por un rato, pero en el fondo nos perderá el respeto y nose sentirá cuidado ni protegido. El niño busca y provoca nuestraautoridad, cuando no encuentra límites se vuelve cada vez másdesafiante: necesita probar hasta dónde le permitimos llegar.
Los padres muy exigentes tampoco favorecen la autonomía y laseguridad del niño. Si somos muy duros con él, el niño vivirácon miedo e irá abandonando sus propios deseos para obedecer a losdemás. Podrá mostrarse débil y dependiente, o agresivo ydesafiante, pero en los dos casos irá guardando sentimientos tandestructivos para él como la tristeza y el resentimiento.
ENCONTRAR EQUILIBRIO AL DISCIPLINAR
Hay que tomar en cuenta la personalidad de nuestro hijo y saberque el niño es lo que importa. La disciplina debe adaptarse a suscaracterísticas y no al revés. Cada hijo es único y diferente.Un pequeño sensible y frágil requiere menos fuerza que un niñofuerte y activo; un niño con un mayor desarrollo del lenguajenecesita más explicaciones.También hay que tomar en cuenta elmomento por el que está pasando el niño y observar si se sientecansado, enfermo, angustiado, triste o temeroso, si necesita mássuavidad o más firmeza, si ya superó una etapa y está iniciandola siguiente, si ahora requiere reglas y hábitos más adecuados asus nuevas habilidades.
¿CUÁNDO EMPEZAR A DISCIPLINAR?
Para ser eficaz, la disciplina ha de ajustarse a la edad delniño, ver qué puede lograr y qué no, necesitamos saber quépodemos enseñarle en cada momento de su desarrollo.
En los primeros ocho meses, el bebé requiere que se establezcanrutinas y hábitos, no disciplina.
La primera vez que el niño acerca la mano a un objeto prohibidoo hace algo que no nos gusta y asegura que lo estamos mirando, esclaro que está pidiendo límites y necesita que le ayudemos acontrolarse. Es el momento de aplicar la disciplina.
La rebeldía del niño es una expresión sana de su crecimientoy una forma de aprender a comportarse, si comprendemos su proceso,será más fácil marcarle límites claros y hacerlo tranquilos sinenojarnos con él. La disciplina que establezcamos ha de serdirecta y amorosa.
A partir de los dos años, conviene aplicar la disciplina conuna explicación. Cuando comienza una conducta negativa del niñoes importante detenerla de inmediato, cargarlo, sentarlo en unasilla, llevarlo a otro lugar o hasta que se calme, sentarnos juntoa él unos minutos y después explicarle por qué no aceptamos loque hizo y por qué es necesario que le ayudemos a controlarse.
Tiene que saber cómo afecta su comportamiento a otros o a élmismo, y qué puede hacer para solucionar el problema: “Te quieromucho, pero no puedo permitir que rompas los juguetes de tuhermana, ¿qué vas a hacer ahora para que ella no estétriste?
Es fundamental distinguir entre el rechazo de la conductaerrónea y la aceptación y amor de nuestro hijo. Después dedisciplinarlo, las caricias y abrazos nos hacen mucho bien tanto alniño como a los padres.
PRUEBE ALGUNA DE LAS SIGUIENTESRECOMENDACIONES
- En cada etapa del desarrollo del niño, sea creativo y ensayeformas distintas de disciplinarlo.
- No renuncie a su autoridad, el niño necesita límites clarosy firmes.
- Procure dar a su hijo muy pocas órdenes y limitarlas acuestiones importantes.
- Observe a su hijo, anote lo que le gusta y lo que le molesta,use lo que sepa de él para motivarlo y disciplinarlo.
- Revise su forma de disciplinar, sea sensible a la manera enque el niño la recibe, si no le da resultado, cambie a otra.
- Separe con claridad su rechazo a la conducta equivocada delniño de su amor incondicional por él.
- Explíquele las normas de su casa y enséñelo arespetarlas.
* Tanatoterapeuta, trabajos con pérdidas, duelos,angeloterapia
Niños, adolescentes y adultos
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