Afortunadamente cada vez más se rompen los mitos en nuestro país en torno a la imagen personal y profesional. Se llegó a pensar que éste era un tema exclusivo para mujeres, sin embargo, las exigencias de un mundo cada vez más competido y dinámico, exige que todas las personas sin importar sexo, edad o profesión, adquieran conciencia y una preparación específica para ser congruentes con la imagen que proyectan.
A diferencia de lo que muchas veces se piensa, el concepto de imagen es amplio y profundo. Es un aspecto que nos lleva a la reflexión, que nos confronta con la etapa que estamos viviendo o que vamos a vivir, que nos habla de cómo somos y cuáles son nuestras verdaderas prioridades. La imagen es, en definitiva, lo que proyectamos a los demás, no obstante, ésta definición quedaría incompleta sino entendemos que “imagen es percepción” y que en la medida en la que los demás nos perciban obtendremos, o no, los resultados que buscamos.
Aunque pudiera parecer un tanto frívolo lo interesante radica en que nadie se puede escapar de esto, todos reflejamos y somos percibidos por alguien. Además, a través de nuestra imagen estamos comunicando más de lo que podemos imaginar, por ejemplo, nuestro estado anímico, nuestro nivel de autoestima, la confianza que tenemos en nosotros mismos, el respeto que tenemos por nosotros y por los demás, pero, en esencia, transmitimos qué tan satisfechos estamos con nosotros mismos, con lo que hacemos y lo que nos rodea.
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La imagen personal está conformada por nuestro arreglo y actitud. Sino existe un balance entre estos dos aspectos, no podemos reflejar una buena imagen. Una mujer guapísima sin una buena conversación no está logrando ese equilibrio. Un hombre preparado e inteligente que se presenta desaliñado y desgarbado tampoco está proyectando al cien por ciento. Entendamos, por favor, que con nuestro arreglo y actitud mostramos lo que somos, y tiene una enorme influencia en todo lo que nos rodea. La clave para ganar en cualquier ámbito, ya sea en el personal, profesional, en el mundo de los negocios, la política, etc., está en lograr una armonía entre el fondo y la forma, entre el ser y el parecer.
Haz un análisis sobre cómo te están percibiendo los demás. Trata de identificar porqué es así. Qué influye en esta percepción. En ciertas ocasiones no hay congruencia entre la forma en que nos perciben y lo que queremos proyectar.
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FRASES
Si queréis saber lo que piensa una persona, miradla y no la escuchéis
Oscar Wilde, escritor inglés, siglo XIX
Una imagen vale más que mil palabras
Proverbio Chino
