Llegó el tiempo de posadas y de las fiestas tradicionales que forman parte de la Navidad. Una que es muy popular dentro de las familias mexicanas es arrullar al Niño Dios.
Esta figura de cerámica representativa del niño Jesús es parte de muchas familias, se protege, se cuida y en estas fechas se celebra. Debido a su relación con el cristianismo, en el origen, la navidad es el festejo del nacimiento de Jesús, por lo que muchas de las tradiciones giran alrededor de la religión.
El nacimiento es otro de los adornos que forman parte de la navidad, el cual puede ir junto al árbol o en un sitio especial. Puede contar con cientos de figuras o con las fundamentales que son María, José, los tres Reyes Magos y en el centro la figura del Niño Dios, que no deberá de ser colocado hasta la Nochebuena.
¿POR QUÉ SE ARRULLA AL NIÑO DIOS?
Para muchos la costumbre de arrullar al Niño Dios debe de realizarse entre el 24 y 25 de diciembre. En general, la mayoría aprovecha la cena del 24 de diciembre y Nochebuena para realizarlo al tener a toda la familia reunida.
La fecha también marca el final de las posadas, que representan el peregrinaje que María y José realizaron para llegar a Belén antes del nacimiento de Jesús. Al finalizar el rito tradicional de la posada, los dueños de la casa elegirán a unos padrinos, como se acostumbra en el bautizo de los niños, quienes se encargarán de arrullarlo como de vestirlo en el Día de la Candelaria.
Una vez que el rezo de arrullo se termina, la figura es colocada en el centro del pesebre y se procede con los festejos, ya sea la cena navideña o la partida de la piñata si es que hay más niños.
Algunas de las familias suelen acudir con sus figuras el 24 de diciembre a la tradicional misa de Gallo que es la vigilia de la navidad. En estas ocasiones, los Niños Dios reciben la bendición de los sacerdotes y, en algunas iglesias, se suele interpretar música de cuna o para niños con el fin de arrullar a las figuras.
Dentro del recorrido ya sea de la iglesia a la casa o viceversa, se suelen utilizar bengalas, las cuales representan a la estrella de Belén que guío a María y José como a los Reyes Magos durante su peregrinar.
La figura no volverá a levantarse del pesebre hasta el 2 de febrero, el Día de la Candelaria, fecha en la que se celebra la purificación de la Virgen, se viste al Niño Dios y se lleva a la iglesia para que sea bendecido. Son los padrinos elegidos en navidad los encargados del conjunto de ropa como de la posterior celebración.
Además, es tradición que quién tuvo la suerte de sacar un muñeco de la Rosca de Reyes tenga que invitar los tamales en esta ocasión.
REZOS PARA ARRULLAR AL NIÑO DIOS
Dentro de la tradición cristiana existen diversos rezos para celebrar al Niño Dios como para arrullarlo. Estas se deben recitar mientras los padrinos toman la figura y lo arrullan, en caso de ser muy grande ambos lo pueden sostener con cuidado. Sino los padrinos con cuidado tendrán que pasarlo para poder arrullarlo.
Estos son algunos ejemplos de los rezos para esta fecha. En ambos se resalta la historia de su recorrido como la alegría de su nacimiento:
“Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra: En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por nuestros amigos, vecinos y por las personas que trabajan con nosotros. Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas. Hoy, al contemplar el pesebre, recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar”.
Segundo ejemplo:
“Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre. Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás. Amén”.
