En la plaza principal de la pintoresca ciudad de Tepeaca se encuentra una construcción virreinal conocida como El Rollo, sin embargo, este bello monumento comparado con la Torre del Oro de Sevilla España, guarda en sus entrañas historias de castigos y escarnios públicos que sufrieron cientos de personas por no respetar las leyes impuestas por los españoles durante la conquista de México.
De acuerdo con el libro denominado: “500 años de la Villa Segura de la Frontera al Tepeaca de Hoy”, a la llegada de los españoles, el 4 de septiembre de 1520, Hernán Cortés fundó en este valle la segunda ciudad y el primer Ayuntamiento de Nueva España, dándole el nombre de “Villa de Segura de la Frontera”, debido a su cercanía con Tlaxcala y su posición estratégica en el camino hacia la costa de Veracruz.
“Con la llegada de Cortés y su dominio bélico sobre esta comunidad indígena, Tepeyacac se convierte en sede de gobierno español. Se instala una alcaldía y se ajustan los usos de los inmuebles para convertirlos en una base estratégica donde se reorganiza la toma de la gran Tenochtitlán, además ayuda a tener un mayor control sobre las comunicaciones hacia Cempoala y la Villa Rica de la Veracruz”, se lee en uno de sus párrafos.
Cortés marcaba a sus esclavos con la “G” de Guerra
Se promulgaron las primeras leyes y los indígenas que se opusieron a la conquista española fueron marcados con una “G” de Guerra, práctica que implementó Hernán Cortés a los desobedientes, dicho fierro se encuentra en el museo Casa de Cortés ubicada en el centro histórico de la ciudad de Tepeaca.
De acuerdo con la revista “Monitor de la Historia”, del consejo de la Crónica e Historia del estado, en su edición especial sobre Tepeaca, se puede leer lo siguiente: “Los primeros en ser marcados fueron los guerreros cautivos, no se salvaron ni las mujeres, ni los niños o los ancianos de la región de Tecamachalco, todos fueron marcados y repartidos a sus aliados como botín de guerra”.
Purgaban condenas en la picota
Según consta en los archivos históricos del lugar, el Rollo fue construido en 1559 por indicaciones del alcalde, el Mayor Francisco Verdugo, dicho inmueble fue erigido a un costado de la plaza mayor con la finalidad de albergar a las autoridades coloniales, además de servir como torre de vigilancia y como picota (inmueble donde se ejercía justicia públicamente).
El emblemático Rollo también se utilizó para leer los Edictos y los Decretos Reales a los Naturales y dar a conocer las leyes, sus obligaciones y sus castigos por no sujetarse a las ordenanzas.
En el Rollo o picota se purgaban condenas de quienes cometían todo tipo de delitos y prueba de ello, son las argollas de hierro forjado sujetados en sus 8 lados que aún se conservan, ahí las personas los podían agredir sin tocarlos como escupirlos, orinarlos, cuando eran delitos menores y cuando eran mayores los azotaban durante 2 0 3 días.
Según los registros históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en este sitio se impusieron correctivos a los indígenas, donde eran cruelmente castigados y azotados públicamente, es por eso que el Rollo también se le conoce como un símbolo de la esclavitud.
El primer reloj público de Latinoamérica
En el Rollo de Tepeaca se instaló el primer reloj público de Latinoamérica donado por la corona española y cuya elaboración y origen es alemán, se encuentra instalado en la parte superior del citado monumento. Actualmente sigue cumpliendo con su función de cronometrar las horas.
Cabe mencionar que este 4 de septiembre de 2023 se cumplen 503 años de su fundación española como “Villa Segura de la Frontera”, convirtiéndose en el primer Ayuntamiento de Puebla fundado por Hernán Cortés en 1520, por lo que el municipio de Tepeaca ha preparado una serie de actividades culturales y artísticas para los visitantes.
¿Dónde se encuentra este atractivo?
El municipio de Tepeaca se localiza en la parte central del estado de Puebla, a 30 minutos aproximadamente de la capital poblana. Limita al norte con Nopalucan, al sur con Cuapiaxtla de Madero, Tecali de Herrera y Santo Tomás Hueyotlipan, al oriente con Acatzingo y al poniente con Acajete, Cuautinchán y Tecali de Herrera.