Fundada en 1965, la Orquesta Sinfónica de Yale (SYO, por sus siglas en inglés), es uno de los programas extracurriculares de pregrado de la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Además de sus presentaciones dentro del campus y que transmiten a través de internet, la orquesta de forma bienal ha realizado varias giras internacionales, en países como Rusia, el Reino Unido y Turquía.
Este año fue México el país al que decidieron visitar, para ofrecer una serie de conciertos de autores clásicos y contemporáneos, los cuales comenzaron el 14 de marzo y les permitieron presentarse diversos escenarios, como el Teatro Principal de Guanajuato, la Iglesia de San Francisco, en San Miguel de Allende, y el Teatro Bicentenario, en León.
Puede interesarte: OFCM dará dos recitales para abrir su temporada 2023
La SYO se presentará este 22 de marzo a las 18:00 horas, el Auditorio Silvestre Revueltas, del Conservatorio de Música de la Ciudad de México, para dar por terminado su paso por tierras mexicanas, con un concierto completamente gratuito.
“No hemos venido con grandes expectativas, excepto tal vez la de entablar amistades, particularmente entre los jóvenes con los que tenemos proyectos educativos en ambos países. Ese es el propósito de la gira, lograr que través de la música hagamos amigos cercanos y hacer crecer el entendimiento entre unos y otros. Creo que esto ha sido muy provechoso, particularmente para los estudiantes de Yale, porque la cultura y la historia de México es muy rica y nosotros realmente sabemos muy poco acerca de ella”, explica el director William Boughton, director de la orquesta, en entrevista con El Sol de México.
El repertorio que interpretarán es una mezcla de piezas compuestas por autores tanto clásicos como contemporáneos, ya que, según afirma Boughton, “es muy necesario no sólo entablar diálogo musical con músicos muertos o exclusivamente europeos, sino con los de todo el mundo y del presente”.
Este contempla las piezas Rainbow Body, de Christopher Theofanidis, quien es egresado de la Universidad de Yale; Symphony No. 7 en Do Mayor, de Jean Sibelius; el Concierto para Flauta, de Carl Reinecke; y, el llamado segundo himno mexicano, Huapango, de José Pablo Moncayo. También se tienen preparadas In a sentimental mood, de Duke Ellington y Conga del fuego nuevo, de Arturo Márquez.
Respecto la importancia que tienen este tipo de proyectos para los estudiantes y las instituciones, el director señala: “Yale no tiene la carrera de interpretación en pregrado. Todos estos músicos están estudiando diferentes campos académicos, letras, medicina, leyes, economía, etcétera. Ellos se convertirán en líderes de la industria, la diplomacia y la ciencia, tal vez diferentes países. Yo he intentado siempre asegurar que todos los estudiantes, cuando se van, tengan un rico trabajo musical y experiencia, no sólo con respecto a los clásicos, sino también de los contemporáneos”, agrega el músico.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
En tanto a compleja situación geopolítica por la que están pasando México y Estados unidos, William Boughton refiere a la música como uno de las mejores formas de comunicación para el entendimiento.
“La música llega a esa parte profunda de nosotros que en muchas ocasiones las palabras y menos las incorrectas pueden alcanzar. Nos pueden hacer bailar, llorar, sonreír y gritar, es una emoción más profunda, que toca nuestro subconsciente, como nada lo hace. Yo he descubierto en los últimos 20 o 30 años que todos tenemos un regalo y es trabajo de todos nosotros lograr que las nuevas generaciones puedan ofrecerlo al mundo”, finaliza el director.