Todo estaba preparado en el Estadio Universitario BUAP para convertirse en una “fiesta” rojiblanca, ya que la gran mayoría de aficionados que se dio cita eran seguidores de las Chivas, quienes, a su arribo, irradiaban confianza de vencer a Lobos para meterse de lleno a la lucha por la calificación, pero no fue así.
Familias con sus playeras bien puestas del Rebaño Sagrado ingresaban al inmueble universitario (donde, por cierto, el operativo de los oficiales de Tránsito entorpecía más que beneficiaba a los conductores en su ingreso a Ciudad Universitaria); pronosticaban más de 3 goles en su mayoría, le encajarían a los universitario poblanos, situación que no sucedió en buena parte gracias a la gran actuación del cancerbero Antonio Rodríguez, quien en más de 4 ocasiones ahogó el grito de “gol” que a lo largo del partido buscó explotar la religión rojiblanca.
Empezó el juego. Clima inmejorable, domingo al mediodía, regresando cuando menos por una ocasión la tradición del futbol en Puebla en ese horario, aunque con otro equipo local y no el añorado. Con todo, para sorpresa de muchos, el inmueble universitario no rebasó los 13 mil aficionados, según la cifra oficial de la Liga MX.
Cayó el gol de Ramos por parte de Lobos y algunos aficionados locales lo festejaron eufóricos pese a ser aplastante minoría en las gradas.
A partir de ese momento comenzó el “show” de Toño Rodríguez, atajando una y otra vez el balón, que ya se anidaba en su red para alegría de sus seguidores y desconsuelo de los tapatíos.
Medio tiempo y la ventaja sorpresiva de Lobos.
Los primeros minutos del segundo tiempo Chivas fue con todo para empatar y lo consiguieron. Fue ahí donde el júbilo de los rojiblancos se desbordó, pero este fue apagado por las grandes atajadas de Rodríguez.
Minutos finales y el nerviosismo era total ya que Chivas, con el afán de empatar, fue la estrategia perfecta de los locales de definir el cotejo con un contragolpe y en dos ocasiones por poco Kazim Richards lo conseguía, pero erró sus disparos sobre Gudiño.
Terminó el juego. Poblanos y tapatíos salieron tranquilos del estadio: no hubo problemas entre ellos y todo terminó en tranquilidad. Aunque la incertidumbre aumenta: ningún estadio se llena ya en Puebla, ni porque fueron las Chivas en el romántico domingo al mediodía en el futbol de la Ciudad de Puebla.