No se trató del mejor partido de La Manada en Veracruz y aun así el triunfo (1-0) se le dio.
El conjunto adiestrado por Juan Francisco Palencia la pasó mal durante gran parte del complemento en el Luis “Pirata” Fuente sorteando los embates de unos Tiburones Rojos llenos de ímpetu, pero carentes de imaginación.
Inclusive, los licántropos se quedaron con las ganas de un penal en los primeros 45 minutos cuando el VAR asistió al central Fernando Guerrero Ramírez. El silbante, primero sancionó falta sobre Yago César dentro del área roja hacia el final del primer tiempo; no obstante, el juez necesitó del VAR para despejar dudas en un duelo con tantos intereses en juego como el descenso.
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El video hizo justicia, pues en la repetición quedó claro nadie tocó a Yago. Guerrero, tampoco amonestó al futbolista de La Manada, pues éste cayó al suelo como producto de la colisión con el defensor jarocho.
Al final, Lobos se iba al descanso sin premio.
Y si en el primer tiempo, Palencia y compañía entendieron bien el compromiso haciéndose largos y jugando con la desesperación del enemigo; en el complemento, los escualos los contrarrestaron ganándoles la batalla territorial para después ahogarlos en su propio campo.
Pero ya ante Pumas la semana pasada, Veracruz había mostrado su falta de claridad para generar opciones de gol. Y el viernes, el mismo mal los hizo presa.
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Si bien sitiaban a Lobos, éstos no acababan de “sentir el calor”, inclusive lucían cómodos sin la pelota.
Robert Dante Siboldi, entrenador de los Tiburones Rojos, lanzó entonces al campo a Colin Kazim-Richards en búsqueda de un chispazo del exgoleador licántropo. El técnico charrúa se encomendaba a la máxima de “para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo”.
El turco presumió de dos chances para marcar dentro del área rival; sin embargo, se topó con Michael Orozco y Francisco “Maza” Rodríguez, monumentales a la hora cero.
Librada la tempestad, los visitantes recuperaron la línea y se apegaron de nuevo al plan original: generar peligro a través de la contra.
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Aunque el gol llegaría a través de una bella jugada colectiva y no de un zarpazo.
José Esquivel, moviéndose por delante del ecuador de la cancha, jugó la pelota hacia la izquierda en dirección a Bryan Rabello; el chileno de primera intención tocó a Leo Ramos y “El Tanque” hizo “bam… bam… bam” para detonar de volea las redes del Luis “Pirata” Fuente y ganar para Lobos la batalla del puerto.
La Manada, contra todos los pronósticos, amanecerá en los primeros puestos de la competencia con seis puntos de seis posibles. Además, despertará con 1.3158 de cociente dentro de la tabla porcentual por 0.8736 de los Tiburones Rojos.
El turco presumió de dos chances para marcar dentro del área de La Manada; sin embargo, se topó con Michael Orozco y Francisco “Maza” Rodríguez, monumentales a la hora cero.
Librada la tempestad, Lobos recuperó la línea y se apegó de nuevo al plan original: generar peligro a través de la contra.