Para aquellos que dicen que el dinero no es factor determinante, recordemos las razones por las que Catar será la próxima sede mundialista; y por qué ahora habrá una fusión entre la Major League Soccer y nuestro máximo circuito de futbol.
Son muchas las críticas acerca de la desvirtuación del deporte por motivos económicos o políticos, esto debido a diversos partidos en donde cínicamente se le ha apoyado a algún equipo por algún interés superior, recuerdo ahora el España-Corea del Sur, en donde el silbante actuó cínicamente ante los locales en la Copa del Mundo de 2002; es más, México también salió beneficiado en algunos partidos de la Copa Oro, por solo mencionar algunos ejemplos.
Desde el aspecto deportivo, la próxima liga norteamericana no creo que aporte a la creación de nuevos talentos, es más, creo que ni a la calidad de juego, sin embargo, parece ser una unión que solventa algunas necesidades que tiene cada una de las ligas.
Empecemos por nuestro país: recordemos que hace años existían 20 equipos y ahora solo 18, de los cuales algunos no cuentan con la solidez financiera, situación que ha traído muchos problemas dentro y fuera de la cancha. Cómo olvidar cuando el Veracruz dejó de jugar, en partido oficial, contra Tigres, en protesta por la falta de pagos, situación que ha existido en diversos clubes, inclusive recuerdo cuando el SAT embargó al Club Puebla hace unas temporadas.
Una franquicia cuesta mucho dinero, pero también implica un gran gasto el mantener las actividades de un club.
En cuanto a la liga existente al norte del Río Bravo, no podemos dejar de mencionar que se ha vuelto una especie de plan de retiro muy lucrativo para muchos futbolistas que fueron figuras, gente que brilló en Europa, pero que ahora percibe grandes salarios. Cabe resaltar que el factor económico no redunda en gran futbol, nuestra liga, aun con sus problemas, sigue siendo superior a la MLS en cuanto a calidad y títulos.
También recordemos los muchos partidos que juega la Selección Mexicana en la Unión Americana desde hace décadas, no porque quieran deleitar a los paisanos que mandan las tan necesarias remesas, sino porque eso implica millones de dólares, situación que se replica cuando juega alguno de los equipos populares de nuestro país.
En este sentido, la incursión de los clubes mexicanos dará mayor interés y calidad en los partidos que disputen las escuadras estadounidenses y canadienses, al mismo tiempo que habrá jugosas ganancias que fortalecerán las arcas de los equipos mexicanos. Suena bien, es más, quizá esta nueva liga quizá podrá superar a los grandes torneos sudamericanos en cuanto a capital y espectadores, elementos que ahora son más importantes que la calidad del juego.
Ni siquiera toco el tema de soberanía y nacionalismo, porque desde hace mucho el destino de nuestra patria está vinculado, para bien o para mal, con el de nuestro vecino del norte.
Esta fusión significa la primera vez que un torneo oficial se basa en las ligas de dos o más países, preparando el escenario para el Mundial de 2026, a celebrase en los 3 grandes de Norteamérica, los mismos que firmaron el T-MEC, antiguo TLCAN.
Seguramente veremos otro tipo de futbol, con una gran mercadotecnia, luces y ganancias, al más puro estilo norteamericano, dejando atrás décadas de una liga con gran tradición, pero que fue víctima de la corrupción, malos manejos y falta de planeación, así como muchas otras cosas en este país. Hasta la vista.
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