“No sé qué pasó en la pista, no me lo creo”, fueron las palabras del aún adolescente de 18 años con restos de acné en el rostro Carlos Alcaraz tras derrotar el viernes al número tres del mundo, el griego Stefanos Tsitsipas, para así acceder a los octavos de final del Abierto de los Estados Unidos.
El alumno del extenista Juan Carlos Ferrero se convirtió en el jugador más joven en acceder a la cuarta ronda de un torneo Grand Slam desde que el ucraniano Andrei Medvedev lo consiguiera en 1992.
Tras derrotar 6-3, 4-6, 7-6, 0-6 y 7-6 al griego, Tsitsipas se unió a los estadounidenses Michael Chang y Pete Sampras como los únicos jugadores en alcanzar la ronda de octavos del US Open. Chang y Sampras lo hicieron en 1989 y se trataban de los últimos tenistas en hacerlo.
El natural de Murcia es profesional desde el 2018 y en la actualidad es número 54 del mundo dentro de la clasificación ATP. Ahora buscará por primera vez en su carrera estar dentro de los ocho mejores de un Grand Slam, pero para eso deberá de derrotar en la siguiente ronda del Abierto de los Estados Unidos al alemán Peter Gojowczyk (141°), quien antes venció a Henri Laasonen (130°) por 3-6, 6-3, 6-1 y 6-4.
“(Tras la victoria) pensé en mi familia y mis amigos, en otras personas que me estaban apoyando desde Murcia. Todo mi equipo también me apoyaba en la Academia. Pensé en cada persona que ayudó en Murcia desde el principio de esta historia cuando era un niño”, dijo tras su juego con el helénico.
Previo a su “campanada” del viernes sobre la cacha Artur Ashe de Nueva York, el murciano se clasificó con 17 años, ocho meses y ocho días para el cuadro final del Abierto de Australia en enero para convertirse en el primer jugador masculino nacido en 2003 en avanzar al cuadro final de un Grand Slam. Además, se convertía en el tercer tenista español más joven en debutar en un Grand Slam tras Arantxa Sánchez Vicario, que lo hizo en Roland Garros en 1987 con 15 años y Rafael Nadal, debutando en Wimbledon en 2003 con 17 años y 20 días.