Un académico japonés tuvo varios problemas luego de que quisiera ahorrarse algo dinero al pagar un café pequeño y llevarse uno más grande. Su caso cobró popularidad gracias a los medios locales. Con el paso del tiempo su historia empezó a llegar a otros países; de esta manera fue como ahora ya le ha dado la vuelta la mundo.
Se reportó que la escuela para la que solía trabajar decidió sancionarlo de una forma radical, lo que generó cientos de reacciones en la región, incluso algunas instituciones señalaron que no estaban de acuerdo con la elección que se tomó para reprenderlo por sus acciones, pues consideraron que se debieron tomar otras medidas.
El colegio que lo castigó argumentó que era necesario abordar este suceso con seriedad, pues alguien que desempeña esas funciones no debe tener ese comportamiento. Esto ha generado una serie de reacciones en las redes, pues hay quien ha dicho que no está a favor del destino que tuvo el profesor.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
El responsable de cometer esta acción trabajaba como director en una escuela secundaria ubicada en Hyogo, que es una prefectura de Kansai, en Japón. De acuerdo con la prensa de la zona, todo ocurrió el pasado 21 de diciembre, cuando el hombre de 59 años acudió a una tienda para comprar un café.
Al entrar pagó 110 yenes por su bebida de tamaño normal, que son cerca de 12.40 pesos mexicanos. Al momento de servirse presionó un botón diferente, por el que recibió una cantidad más grande de líquido, como si hubiera pagado un poco más de 20 pesos.
Luego, el académico intentó irse como si nada pasara, pero fue detenido por uno de los empleados de ese comercio, quien le reclamó por lo que había hecho, además, le informó que ya le había avisado a las autoridades.
Ya lo había hecho antes
Al poco tiempo, el profesor confesó que no era la primera vez que lo hacía, pues había repetido esa acción en dos ocasiones en ese mismo establecimiento, al igual que otras cuatro en uno distinto. En total el hurto superaba los 50 pesos.
Medios como Sora News 24, The Asashin Simbun o Japan Today, señalaron que el maestro relató que la primera vez que lo hizo fue una equivocación, pero en ese momento descubrió que nadie lo había notado, por lo que pensó que sería fácil realizarlo de nuevo.
Después, argumentó que con el paso del tiempo consideró que no habría problema si obtenía un poco más de café sin tener que pagar tanto, por lo que se convirtió en un hábito constante, pero no pensó en las consecuencias.
Las sanciones en su contra
Su caso llegó ante la Fiscalía del Distrito de Kobe, aunque no procedieron en su contra, confirmaron ante la prensa que si había robado. Este hecho no tardó en volverse un escándalo en toda la región.
La junta de educación determinó que esa no es la conducta que debe tener un servidor público, por lo que al final se votó por separarlo inmediatamente de sus funciones y el 30 de enero dejó de laborar.
Pero no solo eso, pues las autoridades académicas optaron por revocarle su licencia como docente, lo que quiere decir que ya no tendrá la oportunidad de ejercer su profesión como lo tenía planeado.
Además, se precisó que tampoco accederá a su pensión, la cual se reportó que podría llegar a los 20 millones de yenes, lo que da un aproximado de 2.2 millones de pesos mexicanos. Estos castigos han sido rechazados por otros académicos, pues no los consideran proporcionales.