De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 14 mil 151 mujeres poblanas perdieron su empleo formal a raíz de la pandemia, disminuyendo el número de plazas laborales de 231 mil 930 que se tenían en enero de 2020 a 217 mil 779 para el mismo mes de 2021.
La necesidad de salir adelante provocó que las personas del sexo femenino buscaran formas de generar un ingreso económico para los gastos del hogar, encontrándolas en las redes sociales, sitios virtuales que convirtieron a la mayoría de ellas en emprendedoras.
Actualmente, ofertan diversos productos a través de Facebook e Instagram como lo es ropa de segunda, bisutería, productos de belleza, artículos del hogar, zapatos y hasta comida.
Esta labor ha tomado demasiada fuerza en los últimos meses que ahora las mujeres que se dedican a la comercialización de productos a través de plataformas digitales son conocidas por los cibernautas como “las nenis”.
Este término, se refiere a una nueva tribu urbana integrada por personas del sexo femenino que venden por redes sociales y entregan en un punto medio o incluso a domicilio.
Tan solo en el territorio poblano los lugares más concurridos para la distribución de los artículos son los zócalos municipales, el Paseo Bravo, Walmart de Prolongación Reforma, Plaza Dorada, Capu, Plaza Crystal, entre otros.
De acuerdo a Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la licenciatura en Finanzas y Economía de la Universidad Iberoamericana Campus Puebla, la labor de venta que realizan las mujeres ayudó a que las finanzas en sus respectivos hogares no se vieran tan afectadas a raíz de la Covid-19.
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“Es cierto que debido a la pandemia hubo una gran pérdida de empleos pero muchas de esas personas decidieron vender por internet, y eso impactó de manera positiva a los ingresos familiares porque se van solventando los gastos”, detalló la especialista.
REBECA, NENIS DE CHOLULA
Rebeca de San Pedro Castillo de 29 años decidió emprender un negocio tras la necesidad de generar ingresos económicos para solventar sus gastos.
Fue así que, desde el año 2016 surgió su marca denominada “Óox bazar”, misma con la que inició vendiendo a través de Instagram ropa de su uso personal; sin embargo, con esfuerzo, dedicación y el paso de los años ese proyecto se convirtió en un negocio formal.
Actualmente cuenta con un establecimiento físico en la zona de San Pedro Cholula con el que distribuye ropa americana a todos los estados de la República Mexicana, lo que ha permitido generar fuentes de empleo.
“Fue mucho esfuerzo para poder abrir mi tienda porque tuve que ahorrar e incluso trabajé por un tiempo en otro lado para seguir invirtiendo capital. (…) En este momento soy feliz porque me dedico a lo que me encanta, además soy dueña de mi propio tiempo y la mayor satisfacción es darle empleo a alguien más”, detalló.
Finalmente, Rebeca hizo público que se siente orgullosa de ser una “neni”, pues es una labor que requiere iniciativa, esfuerzo y que al final deja mucha satisfacción personal y económica.
“Soy una neni, las mujeres que nos dedicamos a esto necesitábamos un nombre y ahora lo tenemos”, agregó.
VENDER PRODUCTOS POR INTERNET ES UNA LABOR ARRIESGADA
Ana Laura Reyes dueña y fundadora de “Bazar luna creciente”, comentó que el vender productos a través de internet es una labor que pone en riesgo la vida de muchas mujeres pues se exponen a situaciones complejas como reunirse con personas desconocidas.
“El vender por plataformas digitales conlleva a exponer nuestras vidas porque los lugares donde compramos la mercancía no son seguros, entregamos los pedidos a personas que no conocemos y en el traslado nos puede suceder algún incidente. (…) Por eso cuando voy a realizar una entrega estoy al pendiente y me reúno en puntos seguros”, agregó.
ETIQUETAR A LAS EMPRENDEDORAS PUEDE OCASIONAR BAJO RENDIMIENTO EN NEGOCIOS
Martín Espinoza, profesor del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, mencionó que desde un punto de vista psicológico el etiquetar a las emprendedoras como “nenis” les puede ocasionar un bajo rendimiento en sus negocios pues tienen una gran presión social que en ocasiones va más enfocada a la burla.
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El especialista comentó que, dicho término fue creado principalmente por mujeres que se sienten amenazadas por personas que han sabido adaptarse a la nueva normalidad.
“Nos dimos cuenta que la intención es perjudicar la labor emprendedora y ese objetivo en ocasiones se logra porque las mujeres se sienten intimidadas o como objetos de burla”, detalló.
Otros efectos secundarios a los que se pueden enfrentar son problemas de salud física, estrés, cansancio mental, consumo de sustancias tóxicas y lo más grave es que pueden dejar a un lado su negocio.
“El etiquetarlas de esa manera implica una agresión que trae efectos graves en algunas personas aunque no parezcan. (…) Si ocupamos el término de neni como objeto de burla vamos a atentar con su rendimiento”, declaró.
En este sentido, Dulce María Pérez Torres, catedrática de la facultad de psicología en la Universidad Popular Autónoma de Puebla (Upaep) declaró que ocho de cada 10 mujeres son agredidas por las mismas mujeres y eso provoca que dejen de promocionar sus negocios.
“Cuando una persona del sexo femenino se siente agredida por otra mujer, se sienten intimidadas y dejan a un lado sus emprendimientos”, finalizó.
