En días recientes el senador morenista, Alejandro Armenta Mier, propuso castigar a los violadores con la castración química, esto luego de que de acuerdo al Inegi, en 2019 una de cada 4 niñas y uno de cada 6 niños fueron violados en el país.
¿En que consiste la castración química?
Este proceso consiste en la administración de medicamentos que reducen la libido, o la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH), a diferencia de la castración física, en vez de retirar los testículos, sólo se frena la producción de testosterona.
Con un nivel bajo de testosterona se dan principalmente cuatro cambios: físicos, emocionales, en los patrones de sueño y en la función sexual; dentro de sus efectos secundarios pueden estar bochornos, fatiga, aumento de peso, problemas cardiovasculares, resistencia a la insulina y osteoporosis.
Los efectos secundarios de la droga han sido raros y se cree que son totalmente reversibles con la interrupción del tratamiento.
¿Este proceso se aplica en otros lugares del mundo?
La castración química como una medida obligatoria contra los agresores sexuales de menores se aplica en diversos países, fue en 1966 que el sexólogo John Money la aplicó por primera vez mediante acetato de medroxiprogesterona.
Tres décadas después, California modificó su código penal para incluirlo como castigo contra los abusadores de menores.
Posteriormente Florida aprobó una ley similar, con lo que hasta ahora son nueve los estados de la Unión Americana que aplican esta medida, dentro los que destacan Georgia, Iowa, Luisiana, Montaba, Oregón, Texas y Wisconsin.
Por otra parte Argentina es el único país de Latinoamérica en aprobar la castración química, aunque es ofrecida de manera voluntaria a los criminales, mientras que Colombia y Perú aún analizan el tema.
¿Es la primera vez que se propones en México?
De acuerdo con Armenta Mier esta iniciativa la presentó desde hace dos años, por lo que solicitó al diputado federal por el Distrito 7 de Tepeaca, Raymundo Atanacio Luna, que dé seguimiento a esta iniciativa para que la “castración química” pueda ser aprobada.