Lizbeth Rodríguez o como mejor es conocida “La Chica Badabun” una vez más dio de que en su programa “Exponiendo infieles” y aunque en cada capítulo tiene una experiencia diferente, esta vez perdió a un amigo.
En su búsqueda por destapar a los infieles, Lizbeth se encontró con uno de sus amigos, que de acuerdo a su conversación no veía desde hace ocho años. Este joven llamado Dani, estaba en compañía de su pareja en un restaurante de Guadalajara, “si tú me dices, revísale el teléfono al Artemio, pues yo se lo reviso, como compas, ¿Dani seguro? Por la amistad que tenemos que quede intacta con los años”, preguntó Lizbeth a la pareja.
Ambos dieron su consentimiento para que les revisarán su celular, por lo que pronto se vio a cuadro a los chicos con Lizbeth, “Si le eres infiel a mi amigo te voy a pegar”, le dijo Lizbeth.
En la primera revisión y el acuerdo monetario, Artemio, el novio de su amigo le fueron encontradas algunas fotos y mensajes candentes que comenzaron con la intriga entre la pareja; “Como podemos ver aquí amigo, tu novio es medio promiscuo, pero aparentemente en persona no hace nada”, dijo Lizbeth y entregó el dinero al joven.
“Daniel ahora vamos con tus fotos”, le dijo la Chica Badabun a su amigo, por lo que este procedió a desbloquear y entregar el móvil.
Pronto se hicieron visibles imágenes que dieron más tensión al momento y sobre todo a la pareja.
En la revisión, la infidelidad fue encontrada, pero quien protagonizó este momento fue el amigo de Lizbeth, quien tenía mensajes comprometedores con otro chico, “¿ustedes van a hacer un trío?”, leyó la conductora, “ese es tu pinch…pen..”, dijo el novio enojado.
Los mensajes siguieron surgiendo y los ánimos se fueron encendiendo entre la pareja, por lo que el amigo de Lizbeth pidió parar el juego ante la serie de recados comprometedores.
“¿Ya estas a gusto? ¿Ya viste?”, dijo el incomodo infiel a su novio, además que rechazó el dinero del juego y ante las miradas de los curiosos, la furiosa pareja intercambió insultos.
El momento incomodo terminó con el reclamo del amigo, “¿Estás a gusto?”, le cuestionó a Lizbeth, “Wey, yo te pregunté”, se justificó ella y ante la mirada atónica, su amigo salió de escena realizándole una seña obscena.
“La verdad si me siento mal, porque si era mi amigo si lo conocí, pero de verdad yo si le pregunté”, finalizó.