La llamada muerte asistida, eutanasia o suicidio asistido es uno de los temas que ha generado polémica y discusiones en los congresos alrededor del mundo, pues mientras algunas personas se dicen a favor de una muerte digna cuando una situación impida una vida plena, otros más afirman que tomar esta determinación puede implicar el quitarle una posibilidad a alguien que quizá pueda encontrar cura.
Y el tema recientemente volvió a las tendencias luego de que la youtuber de nombre Olympe, conocida por sus cápsulas “Le Journal d´Olympe” (El diario de Olympe), reuniendo a más de 200 mil seguidores, quien recientemente dio a conocer que tomó la decisión a sus 23 años de recurrir al suicidio asistido en Bélgica, por un padecimiento psicológico que la aqueja.
¿Por qué busca Olympe acceder al suicidio asistido?
Fue a través de dos videos que Olympe afirmó que planea realizar su suicidio asistido en el último trimestre del año que acaba de comenzar, pues sufre un Trastorno de Identidad Disociativo (TID) y Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), los cuales se originaron luego de una infancia y adolescencia traumáticas, por una serie de abusos de los que fue víctima.
Y es que la joven perteneció a cerca de 20 familias de acogida luego de que fuera abandonada, lo que la hizo presa fácil de la pedofilia e incluso dentro del instituto del que formó parte en la adolescencia también fue violada en por lo menos cinco ocasiones, además de ser víctima de acoso escolar, por lo que afirmó: “Como todo ser humano tengo mis límites y esos límites han sido llevados durante años hasta el extremo”.
Durante su mensaje la joven afirmó que no puede pasar por más pruebas, además de que diversos internautas la han señalado “por el ejemplo que está dando a los jóvenes”, por lo que también afirmó que no puede vivir para los demás y en función de ellos además de que apuntó “Es mi vida y es una decisión difícil que he tenido que tomar”, por lo que sólo espera contactar con los médicos pertinentes.
¿Qué es el suicidio asistido?
El suicidio asistido consiste en la ayuda o asistencia médica a una persona que desea acabar con su vida, por lo que la mayoría de los países lo consideran como un delito punible, siendo sólo Austria, Bélgica, Canadá, Colombia, España, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Países Bajos, Suiza y algunos estados de Estados Unidos y Australia quienes cuentan con legislaciones que lo permiten.
Algunas diferencias que guarda con la eutanasia radican en que en este caso el personal médico se limita a proporcionar al paciente los medios necesarios para que sea él mismo quien se produzca la muerte, mientras que en la segunda es otra persona distinta al paciente quien administra los insumos para provocar el deceso del solicitante, además de que nada tiene que ver con la inducción al suicidio.
Dentro de los casos judiciales más sonados en el mundo respecto a este tema está uno de 1992, en el que el médico estadounidense Jack Kevorkian fue sentenciado a una pena de 10 a 25 años de prisión por haber participado en el suicidio asistido de 130 de sus pacientes supuestamente terminales luego de inventar una máquina que permitía la autoadministración de una sustancia mortal.