La inflación, que para la primera quincena de agosto superó el 8 por ciento en el estado de Puebla, provocó que la actividad económica en la industria de la construcción se desacelerara.
Héctor Sánchez Morales, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que esta problemática hizo que las obras y los proyectos se detuvieran ante el alza en el precio de los insumos.
En este sentido, recordó que los materiales básicos aumentaron su valor hasta en un 20 por ciento, impactando principalmente al concreto, pintura, varilla, aluminio y el asfalto.
“El aumento de precios hizo que a las constructoras se les complicara terminar los proyectos y por lo tanto los detuvieron, ya que las inversiones programadas ya no eran suficientes”, expresó.
Otro efecto que causó la inflación en la actividad, es que las obras públicas disminuyeron, pues actualmente solo representan el 8.5 por ciento del total de las construcciones, mientras que las privadas, son del 91.5 por ciento.
Los únicos proyectos que están teniendo actualmente las constructoras son aquellos que están enfocados a los mantenimientos industriales, remodelaciones y ampliaciones.
A fin de apoyar al sector, el empresario hizo un llamado al gobierno federal para actualizar el catálogo de costos en la construcción, a fin de que puedan aumentar el precio de sus servicios conforme a la inflación.
“Seguimos manteniendo precios de años pasados y con el encarecimiento de los insumos ya no es algo rentable. Por ello, ponemos a disposición del gobierno que actualicen el catálogo de costos”, informó.
Debido a la inflación, Héctor Sánchez declaró que su recuperación económica será más lenta, por lo que esperan alcanzar sus niveles previos a la pandemia, hasta el 2024.
“La inflación y la pandemia son factores que harán que terminemos el 2022 con números rojos, posiblemente un 20 por ciento abajo de nuestros niveles normales. Tenemos esperanzas que hasta el 2024 ya regresemos a nuestra estabilidad”, concluyó.